Pello Guerra

El policía foral insiste en que Larumbe le dio una patada el 8M, aunque no la vea en los vídeos

Aunque no ha sido capaz de mostrar el momento en el que se habría producido la agresión a pesar del material gráfico disponible, el policía foral ha insistido en que Ainhoa Larumbe le propinó una patada el 8M en Iruñea. En base a su testimonio, la Fiscalía mantiene su petición de 15 meses de cárcel.

Ainhoa Larumbe levanta el puño ante las muestras de apoyo que recibía antes de entrar a la Audiencia de Nafarroa.
Ainhoa Larumbe levanta el puño ante las muestras de apoyo que recibía antes de entrar a la Audiencia de Nafarroa. (Iñigo URIZ/FOKU)

En el juicio celebrado este viernes en la Audiencia de Nafarroa, la Fiscalía ha mantenido su petición de 15 meses de cárcel para Ainhoa Larumbe por «atentado contra la autoridad» basándose únicamente en el testimonio del policía foral que asegura que la encausada le dio una patada el 8M de 2021, aunque el agente no ha sido capaz de mostrar el momento en el que se habría producido la agresión a pesar del abundante material gráfico disponible.

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, se ha procedido al visionado de las imágenes de la cámara de seguridad del Parlamento de Nafarroa, ante cuya sede fue detenida Larumbe con gran contundencia por la Policía Foral, tras una acción protagonizada por el movimiento feminista en el Legislativo. También se han visionado las imágenes aportadas por la defensa y que pertenecían a diversos medios de comunicación que estaban cubriendo en ese momento la acción dentro del 8M.

Con esos visionados se trataba de identificar el momento en el que se habría producido la presunta agresión, en la que el agente se ha ratificado, a pesar de que no ha podido determinar el instante en el que se producía la patada, según ha señalado a NAIZ Amaia Santesteban, abogada de Larumbe.

El policía foral ha asegurado que aunque no podía ver exactamente el momento porque había una pancarta y más gente, se ha ratificado en que Ainhoa Larumbe le propinó una patada, tal y como ya había apuntado en su informe al respecto.

Esa versión ha sido contradicha por dos testigos de la defensa, que han insistido en que no vieron ninguna agresión por parte de Larumbe hacia el agente.

Finalmente, el juicio ha quedado visto para sentencia, con la defensa pidiendo la libre absolución y la Fiscalía manteniendo su solicitud de 15 meses de cárcel basándose en el testimonio del policía foral.

Así ha terminado una intensa jornada por este caso en la Audiencia de Nafarroa, donde a las 12.00 ha tenido lugar una concentración de apoyo a Ainhoa Larumbe.

Apoyo y solidaridad

Decenas de personas se han concentrado ante el Palacio de Justicia para mostrar su apoyo a Larumbe. Su llegada al lugar ha sido celebrada con fuertes aplausos, mientras se sucedían los abrazos y muestras de solidaridad a los que ella respondía muy emocionada.

Entre los presentes figuraban Bel Pozueta, diputada de EH Bildu; Endika Alonso, concejal en el Ayuntamiento de Iruñea de la misma formación, y Joxe Abaurrea, exconcejal del Consistorio iruindarra.

Gritos como «No van a poder con nosotras», «Gora borroka feminista» o «Autodefensa feminista» han sido coreados y a los que la encausada respondía levantando el puño intentando contener las emociones.

Incluso le han mostrado una reproducción de una fotografía en la que se veía el momento de su detención y otra en la que esa misma imagen había sido utilizada para realizar un cuadro que mostraba una mano negra que movía los hilos que manejaban a los policías forales que intervenían en el arresto.

Finalmente, Ainhoa Larumbe, que explicó a NAIZ cómo ha vivido todo este proceso, ha entrado en los juzgados de Iruñea en compañía de su abogada, aunque todavía se ha girado un último momento al oír como coreaban su nombres para volver a levantar el puño y agradecer las muestras de apoyo.

A continuación, se ha desplegado una pancarta en la que se podía leer el lema ‘Errepresioari autodefentsa feminista. Contra la represión, ¡autodefensa feminista!’, unas palabras que rompían las cadenas que las enmarcaban.

Dos personas que la portaban han leído en euskara y castellano un comunicado del movimiento feminista de Nafarroa en el que han denunciado «la represión ejercida hacia nuestra movimiento y hacia la movilización social por el procedimiento judicial» iniciado contra Larumbe. Ante lo que han calificado de «ataque», han asegurado que «no podemos callarnos, no podemos aceptarlo».

Han recordado que el 8M de 2021 realizaron una acción en la que «cuatro compañeras se encadenaron de forma simbólica en el exterior del Parlamento con el fin de trasladar una serie de medidas de naturaleza inmediata que sirven para avanzar en la consecución de una vida digna real para todas las personas y el compromiso feminista».

Una vez liberadas, varias personas se concentraron con una pancarta ante la sede del Legislativo con un cordón de policías forales ante las mismas y entonces es cuando tuvo lugar «lo que las imágenes atestiguan: una actuación policial absolutamente desproporcionada: tirones, golpes y carga policial que terminaron con dos compañeras necesitando atención médica y una compañera detenida».

La arrestada era Ainhoa Larumbe, «ahora acusada de atentado contra la autoridad, cuando dicho delito no queda demostrado en las grabaciones y el propio policía foral implicado (al que supuestamente habría dado una patada la detenida) lo negó en la vista preliminar». Este último punto no era correcto, tal y como ha indicado la abogada Santesteban a NAIZ.

Por todo ello, el movimiento feminista de Nafarroa concluye que «si no hay imágenes, pruebas y el implicado lo niega, ¿por qué estamos hoy aquí pasando por este proceso?, ¿teniéndonos que defender una vez más por la represión policial, judicial y claramente política?».

Consideran que este caso ha llegado a juicio porque les quieren mandar un mensaje, «el de la desmovilización y el del miedo. Continuar con este proceso es atacar al movimiento feminista, criminalizarlo, porque somos incómodas, porque seguimos en las calles y que necesitamos con urgencia un sistema público de cuidados» para lograr «una vida digna».

Sin embargo, han asegurado que «no vamos a dar ni un paso atrás ni en nuestras exigencias ni en nuestra solidaridad. Estamos aquí y exigimos que se archive este caso que nunca debería haberse dado, porque las feministas no vamos a permitir ningún tipo de represión hacia nuestra acción y militancia política».