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Kiev

Zelensky mantiene que hay que sentarse a negociar e insiste en reunirse con Putin

«Hoy, Ucrania no tiene más remedio que sentarse a la mesa de negociaciones», ha declarado Volodimir Zelensky respecto a las difíciles conversaciones ministeriales de paz que comenzaron hace unas semanas. Pero ha insistido en que la solución reside en una cumbre cara a cara con el líder del Kremlin.

Una mujer espera a que los equipos de rescate encuentren a su hijo entre las ruinas de un edificio en la ciudad de Borodianka, al noroeste de Kiev, el 8 de abril.
Una mujer espera a que los equipos de rescate encuentren a su hijo entre las ruinas de un edificio en la ciudad de Borodianka, al noroeste de Kiev, el 8 de abril. (Ronaldo SCHEMIDT | AFP)

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, ha vuelto a pedir este sábado un encuentro directo con su homólogo ruso, Vladimir Putin, al que considera la única persona capacitada para ordenar la suspensión de la invasión que comenzó el 24 de febrero y que ha desencadenado una catástrofe humanitaria.

No obstante, ha señalado que considera necesario retomar las conversaciones de paz a nivel ministerial. La última reunión directa ruso-ucraniana tuvo lugar el 29 de marzo en Estambul, durante la cual Kiev detalló sus principales propuestas de cara a un acuerdo con Moscú que incluya la «neutralidad» de Ucrania a cambio de un acuerdo internacional que garantice su seguridad.

«Ucrania siempre ha dicho que está lista para las negociaciones y buscará cualquier posibilidad de detener la guerra. Al mismo tiempo, lamentablemente, estamos viendo preparativos para batallas importantes, algunos dicen decisivas, en el este», ha comentado durante una conferencia de prensa junto al canciller austriaco, Karl Nehammer, que ha visitado Kiev y Bucha.

«Estamos listos para luchar y, al mismo tiempo, para buscar vías diplomáticas para detener esta guerra. Siempre estamos considerando paralelamente un diálogo», ha añadido.

Por otro lado, Zelensky ha vuelto a acusar a Rusia de cometer crímenes de guerra contra la población civil en ciudades como Bucha. Estos escenarios han radicalizado todavía más su postura: «Siento odio hacia Rusia, hacia los soldados rusos. Cuando veo estas imágenes frente a mis ojos. Niños asesinados sin piernas, sin brazos. Es un rencor, es terrible».

En declaraciones al diario alemán ‘Bild’, el mandatario ucraniano ha valorado de manera positiva la respuesta internacional a esta masacre pero ha lamentado un encontronazo particular con un «líder europeo», cuyo nombre no ha querido revelar, que le pidió «pruebas específicas» de que las tropas rusas habían cometido esa matanza. Rusia afirma que sus fuerzas no cometieron ningún crimen de guerra en Bucha y ha acusado a Ucrania de escenificar la masacre.

Viaje de Boris Johnson a Kiev

Poco después de su encuentro con el jefe de Gobierno austriaco, Zelensky ha tenido un encuentro con el premier británico, Boris Johnson, que ha realizado una visita a Kiev que no había sido anunciada previamente. A través de Twitter, la Embajada de Ucrania en Londres ha divulgado una fotografía de ambos mandatarios sentados frente a frente en un despacho y ha añadido en su mensaje la palabra «Sorpresa».

Downing Street ha confirmado poco después el encuentro en la capital ucraniana, donde Johnson había estado por última vez el pasado 2 de febrero, cuando ofreció una rueda de prensa conjunta con Zelensky.

Reunión entre Boris Johnson y Volodimir Zelensky. (UKRAINIAN PRESIDENTIAL PRESS SERVICE / AFP)

Ofensiva rusa en el Donbás

En cuanto a la situación sobre el terreno en el 45º día tras la invasión, las fuerzas rusas concentraban sus esfuerzos en las repúblicas separatistas del Donbás –este de Ucrania–, aunque por unas horas esas acciones militares pasaron a un segundo plano tras el ataque a la estación de Kramatorsk, a causa del cual murieron 52 personas, entre ellas cinco niños, según un primer balance de las autoridades locales.

Moscú ha negado ser responsable de esta masacre, afirmando que no dispone del tipo de misil que habría sido utilizado y denunciando una «provocación» por parte ucraniana.

Por su lado, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) –una entidad privada estadounidense– ha indicado que «las fuerzas ucranianas siguen repeliendo diariamente los asaltos rusos en los distritos de Donetsk y Lugansk», señalando que la ofensiva rusa también está golpeando en el sur de Izyum, en Slovyansk y en Barvinkove, pero sin tomas de territorio adicionales.

En el sur, según fuentes militares citadas por AFP, unos 3.000 soldados ucranianos siguen en el interior de Mariupol, en posición defensiva, sobretodo en un complejo siderúrgico con profundos y largos subterráneos denominado Azovstal.

Controlar totalmente esta ciudad «tomará su tiempo», reconoció el viernes Eduard Bassurine, representante de las fuerzas separatistas de Donetsk en la cadena rusa Pervyi Kanal.

En el nordeste, la región de Sumy, fronteriza con Rusia, ha quedado totalmente «liberada» de tropas rusas, según anunció el viernes la Administración regional.

Rusia ha evacuado completamente el norte de Ucrania para bascular su mayor esfuerzo hacia el este, dejando atrás ciudades devastadas y acusaciones de violencia extrema contra los civiles.

Más de 11 millones de personas fuera de sus hogares

Otro balance que no deja de crecer, aunque ahora lo haga más lentamente, es el de las personas que han escapado de la guerra fuera de Ucrania. Según las cifras publicadas el viernes por ACNUR, son 4,38 millones. Además, Naciones Unidas estima que hay 7,1 millones de personas desplazadas en el interior del país.

Es decir, que en total son más de 11 millones de personas, más de un cuarto de la población de Ucrania, las que han tenido que dejar su hogar desde que la invasión rusa comenzara el 24 de febrero.

Otra agencia de la ONU, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, ha publicado este sábado un informe en el que señala que más de 1.700 civiles ucranianos han muerto y más de 2.300 han resultado heridos como consecuencia de la guerra.

Los fallecidos han sido identificados como 452 hombres, 284 mujeres, 43 niños y 27 niñas, así como 69 niños y 891 adultos pendientes de identificación. Los heridos han sido identificados como 272 hombres, 206 mujeres, 45 niñas y 44 niños, así como 126 niños y 1.602 adultos pendientes de identificación.

Por zonas de control, Naciones Unidas estima 1.696 muertos y 2.114 heridos en territorio todavía controlado por el Gobierno ucraniano, contando los 560 muertos y 944 heridos en las zonas bajo su control de las disputadas regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país. En el área bajo control de las milicias de estas repúblicas, la ONU ha constatado 339 bajas (70 muertos y 269 heridos).