Natxo Matxin
Redactor, con experiencia en información deportiva

Budimir inclina del lado rojillo en el minuto 92 un derbi que iba camino del empate (1-0)

Osasuna se ha hecho con el derbi de El Sadar frente a un necesitado Alavés gracias a una diana in extremis de Budimir –minuto 92– en un encuentro con poco fútbol y ritmo, pero con alternancias en el dominio y ocasiones de gol. Juan Carlos Unzué ha realizado el saque de honor.

Budimir celebra el gol rojillo anotado en el minuto 92.
Budimir celebra el gol rojillo anotado en el minuto 92. (Iñigo URIZ | FOKU)

En el descuento, Osasuna se ha hecho con los tres puntos –suma 41– del derbi jugado en El Sadar ante un necesitado Alavés, que seguirá como colista de la categoría y que se ha llevado un soberano disgusto de un partido que iba camino del empate.

Un acercamiento rojillo en el minuto 92 no lo ha terminado de despejar con contundencia Ximo Navarro –ha intentado controlar el balón– y, a partir de ahí, la combinación entre Kike García y Manu Sánchez ha derivado en un gol a placer de Budimir, que solo ha tenido que empujar el cuero.

Un premio exagerado para los locales y un gran batacazo para los visitantes, pues el choque, que no ha estado precisamente gobernado por el talento, a la vista de los méritos de unos y otros, muy bien podría haber finalizado con un justo reparto de puntos.

Sin embargo, la diferente dinámica clasificatoria de ambas escuadras vascas suele influir en estos casos. Osasuna encadena así su tercer triunfo casero consecutivo y se acerca a la permanencia matemática, y el Alavés suma su séptima jornada sin conocer la victoria.

En cambio, y obligado por su apretada situación clasificatoria, ha salido con mayor ímpetu un Glorioso que, para el segundo minuto, ya ha dispuesto de una inmejorable ocasión para inaugurar el luminoso. Joselu ha rematado de cabeza en inmejorable posición un medido centro de Édgar Méndez desde la derecha, pero el balón se ha marchado por encima del larguero. Una ocasión de esas que el ariete gallego no suele fallar.

La escuadra babazorra ha seguido llegando al área rojilla con cierta asiduidad. Del rechazo de un corner, Vallejo ha logrado empalmar el esférico, pero sin precisión alguna, cuando se cumplía el minuto cuatro de un derbi en el que el ambiente lo han puesto las gradas más que el fútbol sobre el verde.

Osasuna ha dado la réplica en el minuto 19 con un disparo a colocar de Moncayola que se ha marchado por muy poco, con Pacheco, que luego sería protagonista, haciendo la estatua y siguiendo con la mirada la trayectoria del cuero. Apenas dos después, los de Julio Velázquez –estreno en el banquillo alavesista– han vuelto a llevar peligro de estrategia, cabeceando Ximo Navarro en el primer palo al exterior de la red tras saque de esquina.

La dinámica ha ido variando y los anfitriones se han hecho con el control del envite mediada la primera mitad. Un cabezazo de Torró en el 27 tras prolongación, también con la testa, de David García ha confirmado el cambio de tendencia en favor local.

Ha sido en el 36 cuando ha llegado la mejor oportunidad para inaugurar el marcador. Un balón profundo peleado por Chimy Ávila, que ha llegado a centrar pegado a la línea de fondo, ha golpeado en la mano desprendida de Ximo Navarro. En primera instancia, nadie ha protestado la acción, pero el VAR ha reclamado la revisión de la jugada por parte de Muñir Ruiz, quien ha decretado pena máxima.

Rubén García ha sido el encargado de lanzar por parte rojilla, topándose con la gran estirada de un Pacheco que alcanza a Asenjo como el portero en activo que más penaltis ha parado hasta el momento, con el de El Sadar, un total de diez.

Aún ha podido resarcirse el atacante valenciano cinco minutos después, tras una recuperación y gran asistencia de Torró, pero su disparo, raso y cruzado, se ha marchado pegado al palo, siendo el último lance destacable de una primera mitad con alternancias entre ambas escuadras.

Más alternancias

De nuevo, ha sido el Alavés quien ha salido más vivo tras el paso por vestuarios. Luis Rioja, con un chut muy cruzado en el minuto 47, ha puesto de manifiesto tal circunstancia. Joselu le ha dado continuidad en el 54, pero su disparo, muy lejano y centrado, no ha supuesto mayor problema para Herrera.

El cancerbero burgalés sí que se ha tenido que emplear más a fondo en una siguiente ocasión firmada por Rioja. El extremo sevillano se ha desmarcado muy bien por su costado izquierdo, ha driblado a Nacho Vidal y se ha sacado un remate con visos de gol que ha sacado con el pie el portero rojillo.

Las fuerzas se han ido igualando en un envite que ha ido entrando en una fase de imprecisiones, sin que el balón tocase el tapete y con escasos recursos e ideas por parte de ambos bloques, pese a que Jagoba Arrasate ha renovado su once con un triple cambio –Kike García, Roberto Torres y Manu Sánchez–, pasando a jugar con dos delanteros.

Ello ha posibilitado algo más de llegada rojilla, con una peinada del ariete conquense que apenas ha inquietado a Pacheco y un posterior gol de Budimir –también con la testa– en el 73, que ha sido anulado de manera justa por posición antirreglamentaria del delantero internacional croata.

El cansancio ha ido haciendo mella, especialmente en algunos futbolistas del Alavés, y los desajustes defensivos han propiciado una nueva ocasión de Budimir, que apenas ha podido empujar un balón tras centro chut de Chimy Ávila, sacado apuradamente con los pies por el arquero babazorro, y otra posterior del incasable Rioja, cuyo centro se ha paseado en el 81 sin que Joselu pudiese llegar a empujar a las redes.

Osasuna y Alavés han entrado en el último tramo con la prioridad de no perder, pero han sido los rojillos quienes se han llevado el gato al agua con el postrero gol de Budimir, que ha terminado de inclinar el derbi vasco del lado local.

Arrasate: «Podemos pensar en otra cosa»

Alegre por superar la cuarentena de puntos, Jagoba Arrasate ha reconocido que la victoria frente al Alavés «supone una alegría por haberla conseguido en el tiempo de descuento y ante nuestra afición. Estamos contentos y esto nos da fuerza».

Pero el técnico de Berriatua no quiere quedarse ahí, sino que ha admitido que tien hambre de «más». «Si ganamos en Valencia, podemos pensar en otra cosa», ha asegurado. Osasuna ha alcanzado a los ches en la tabla, si bien a estos últimos le queda mañana visitar el campo de Vallecas.

«Necesitamos un golpe sobre la mesa, pero ahora mismo debemos pensar en que esta victoria nos proporcione energía para hacer una buena semana», ha añadido. La escuadra navarra se encuentra a cinco puntos de la séptima plaza, que da derecho a disputar la Conference League.

Arrasate también se ha referido al centenar de partidos alcanzados por Jon Moncayola con Osasuna. «Ha hecho un buen partido, terminando de lateral derecho. Es un lujo poder tenerlo y ojalá sean muchos más», ha aventurado el míster rojillo.

Velázquez: «Merecimos el empate, como mínimo»

La otra cara de la moneda ha sido Julio Velázquez, quien no ha podido estrenarse en el banquillo babazorro con sumar. «Es un estadio difícil y Osasuna hace muchas cosas bien, pero creo que merecimos el empate como mínimo y es duro que se vaya en el descuento», ha reflejado con resignación.

No ha dudado en tildar de «durísima» la derrota encajada en El Sadar y reconocer que «el vestuario está fastidiado», pero ha lanzado un mensaje de optimismo al señalar que no tiene «ninguna duda» de poder «conseguir» la salvación.

El Alavés sigue último y la distancia respecto a la salvación ya se marcha hasta los siete puntos. A pesar de ello, Velázquez ha indicado que «ha habido cosas muy interesantes. Hemos igualado en varios aspectos a Osasuna y pienso que cualquiera de los dos se podía haber llevado el partido, aunque lo más justo hubiera sido un empate».

Interpelado sobre la actitud de su equipo, ha señalado que «creo que no ha faltado ambición, que hemos tenido toda la del mundo y hemos afrontado el choque como había que hacerlo. Los chicos y yo vamos a dejarnos la vida por la causa», ha subrayado.

De hecho, ha comentado que, a partir de este lunes, ya deberán poner el punto de mira en el siguiente duelo, porque «no hay tiempo que perder» para pensar que la salvación «es posible», ha concluido.