El catálogo de medidas económicas del Gobierno español para paliar los efectos de la guerra de Ucrania se ha sometido este jueves a debate y votación en el Congreso, en un marco complicado por el escándalo Pegasus y la brecha de confianza abierta entre el Ejecutivo Sánchez y sus socios. Ha logrado su validación definitiva gracias la posición de EH Bildu, que ha priorizado el impacto sobre la gente a la brecha de confianza abierta entre el Gobierno y su fuerza política. Finalmente ha sumado 176 votos a favor por 172 en contra y una abstención.
El proyecto ha sido defendido por el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como algo inevitable, y con esta argumentación: «¿Alguien quiere que suba el precio de la gasolina? ¿Alguien quiere que la luz sea más cara? ¿Alguien quiere que suban los alquileres un 10%? Quienes voten que no, están perjudicando a los ciudadanos para dañar al Gobierno». Lo que se somete a votación incluye medidas como la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible o la subida del Ingreso Mínimo Vital (IMV).
La primera incógnita en despejarse ha sido la posición de EH Bildu. Mertxe Aizpurua ha subido a la tribuna subrayando que el escándalo de espionaje «ha abierto una brecha» entre Gobierno y socios, pero para recordar acto seguido que «decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos. Hoy también. Aprobaremos este decreto por la gente, no por el Gobierno, porque nuestro compromiso es con la gente».
Aizpurua (EH Bildu): «No es esto lo que se espera de un Gobierno progresista, espabilen»
Sus cinco votos ha respaldado el decreto, por tanto, y han acabado siendo determinantes dado lo equilibrado de la votación. Aizpurua ha añadido que negociarán el contenido de este decreto en la tramitación posterior para tratar de solventar sus déficits. Y ha acabado así: «Aquí estamos, señor Bolaños, con eléctricas chantajeando, bancos robando, fondos desahuciando, empresarios precarizando, el Gobierno espiando y la gente temblando sin llegar a fin de mes. No es esto lo que se espera de un Gobierno progresista. Espabilen, porque la paciencia tiene un límite».
El PNV también ha adelantado su sí al decreto, con un discurso de Idoia Sagastizabal que no ha estado basado en el tema de Pegasus sino en las reticencias frente a algunas de las medidas económicas planteadas. «Pero no podemos mandar un mensaje erróneo a la ciudadanía», ha concluido, por lo que votarán a favor.
Fuerzas catalanas, casi unanimidad en contra
Ferran Bel (PDCat) ha confirmado también su voto favorable, sin dejar de expresar su indignación por el espionaje y por las afirmaciones de Robles el miércoles en el Congreso. «Pero si votáramos en contra, no nos daríamos un tiro en el pie, sino un tiro en el pie de los ciudadanos».
En contra se ha situado, además de PP, Vox y Cs, el resto de fuerzas catalanas sacudidas por el espionaje conocido hace diez días. A Bel ha seguido en la tribuna Miriam Nogueras para avanzar que JxCat votará que no porque se ha roto su confianza en el Ejecutivo por «este escándalo internacional». Le ha sumado críticas al contenido del decreto: «Dejen de tomarnos el pelo. Su falta de respeto a la democracia la demuestran tanto legislando como vulnerando los derechos fundamentales. Que acabe ya el diálogo ficticio». Y ha rematado todo esto con el grito de «Visca Catalunya lliure».
Bassa (ERC): «Si quieren conocer qué vamos a votar, pregunten al CNI o a la ministra Robles»
Montserrat Bassa (ERC) ha sido muy tajante contra el espionaje, subrayando que no solo afecta a quienes han sufrido los pinchazos sino también a sus familiares, abogados, compañeros políticos... «Esta es su democracia plena, así que si quieren conocer lo que vamos a votar de este decreto, pregunten al CNI o a la ministra Robles», ha concluido.
Parecía anticipar un no que se ha confirmado luego, vía nota de prensa: «El voto de ERC es un voto por la defensa de los derechos y libertades más fundamentales. Es un voto en la defensa de la ciudadanía y la democracia. Y es un primer aviso al Gobierno español, que debe asumir responsabilidades y garantizar toda la transparencia en el caso Pegasus, un nuevo caso de represión política. Para empezar, la ministra responsable de este escándalo debe dimitir. Nada de esto ha ocurrido hasta ahora».
La CUP también ha votado en contra: «¿Cómo vamos a confiar en un Gobierno que ante ataques como este no va a hacer nada, y es más, saca pecho?» ha dicho Albert Botran, en alusión a las afirmaciones de la ministra de Defensa Margarita Robles el miércoles en el el Congreso ante las preguntas sobre Pegasus.
El diputado navarro Carlos García Adanero (suspendido por UPN) se ha ganado bastantes aplausos al calificar de «insulto» que se pretenda su apoyo a este decreto al mismo tiempo que el PSOE no va a vetar la entrada de EH Bildu en la comisión de secretos oficiales. En su línea, ha afirmado que con ello entra en la comisión ETA, organización que puso fin a su ciclo hace ahora justo cuatro años.