El Tribunal Supremo israelí tomó la decisión a última hora del miércoles, dando por zanjada una batalla legal que ha durado más de 20 años y que supone el «desplazamiento forozoso» de miles de palestinos en el área conocida como Masafer Yatta, como han denunciado este jueves varios colectivos palestinos y el Consejo Noruego de Refugiados (NRC, en inglés).
La decisión judicial, adoptada por unanimidad, indica que los demandantes palestinos no lograron demostrar que habían residido en esas aldeas de forma permanente antes de que el Ejército israelí declarara el área como zona de entrenamiento de tiro a principios de los años 1980, pasando a ser conocida como ‘Zona 918’.
«Este fallo judicial abre la puerta para que el Ejército israelí desarraigue a comunidades palestinas enteras que han vivido en Masafer Yatta durante décadas. Es irreparable el daño que esta decisión infringirá en los hogares y la fuente de sustento de esas personas, que se quedan sin un techo de la noche a la mañana y sin lugar al que ir», ha advertido en un comunicado la directora en Palestina de NRC, Caroline Ort.
Durante el juicio, los residentes palestinos aseveraron que su presencia en esos pueblos se remonta décadas atrás, mientras que el Ejército israelí argumentó que ocupaban esas tierras de forma ocasional durante las migraciones de esos grupos nómadas, lo que significaría que no tenían derechos sobre la tierra.
«Solo hay justicia para los judíos»
«Esta es la prueba final para nosotros de que no se puede buscar justicia para los palestinos en los tribunales israelíes. Solo hay justicia para los judíos», ha comentado Nidal Younes, de 64 años, que dirige un consejo local de las aldeas palestinas.
Younes también ha criticado que la decisión se hiciera pública en la medianoche, cuando Israel arrancaba las celebraciones del Día de la Independencia que se conmemora este jueves, con el único objetivo de opacar la repercusión mediática de la medida. «Después de veinte años, ¿expide su decisión a medianoche?», ha lamentado.
El tribunal también ha desestimado el argumento de los palestinos de que los desalojos masivos violan el derecho internacional al suponer un traslado forzoso de población, lo que el juez David Mintz, autor de la sentencia, rechaza porque esa prohibición busca evitar crímenes como el genocidio y eso, llega a sostener, es «algo que no tiene nada que ver con el problema».
Demoliciones sistemáticas
Desde el inicio de esta disputa en los tribunales israelíes en 1999, los palestinos de la Zona 918 han vivido en construcciones precarias, ya que las autoridades han ordenado sistemáticamente la demolición de cualquier casa que se edificara en el área, así como el tendido eléctrico o las tuberías de canalización.
Después de una operación de demoliciones masivas, los residentes palestinos recurrieron a los tribunales en un largo proceso judicial que se ha prolongado hasta ahora.
La zona, que ocupa 3.300 hectáreas, se extiende por colinas y laderas cerca de la ciudad palestina de Yatta, en las proximidades de Hebrón, donde en los últimos años han proliferado varios asentamientos judíos y puestos militares israelíes.
«La importancia vital de esta zona de tiro para las Fuerzas de Defensa de Israel se deriva del carácter topográfico único del área, que permite métodos de entrenamiento específicos para estructuras pequeñas y grandes, desde un escuadrón hasta un batallón», adujo el Ejército israelí ante la Corte.