Todo el crédito que el Alavés ganó frente al Villarreal lo ha dilapidado de manera vertiginosa en Balaídos, donde ha recibido un severo correctivo. Los de Julio Velázquez, que ha aplicado diversas variantes tácticas para evitar la sangría, continúan colistas y se complican su permanencia en la máxima categoría.
Ya desde los primeros minutos se ha visto superado claramente el conjunto babazorro por un Celta que ha salido mucho más enchufado. Blando en defensa y permitiéndole a su rival cocer las jugadas en las inmediaciones del área babazorra, lo que ha sido un gran error teniendo enfrente futbolistas del talento de Iago Aspas, Denis Suárez y Brais Méndez.
Concretamente en el seis es cuando El Glorioso ha encajado su primer gol, una jugada que ha nacido de un saque de banda, triangulación de varios de los jugadores celtiñas ofensivos y remate final de Galhardo adelantándose a su marca.
Todo un jarro de agua fría para un Alavés que había vuelto a caer a la posición de colista tras el triunfo del Levante este viernes. Tampoco es que el 1-0 haya servido para espolear a los albiazules. Todo lo contrario. Han sido los anfitriones quienes han salido fortalecidos por dicha circunstancia, gustándose en cada ataque.
Al Alavés solo le ha quedado achicar balones como fuese, encerrado en propia área y sin capacidad para salir con el balón jugado ante la presión gallega. Iago Aspas ha tanteado su diana hasta en dos ocasiones, con un cabezazo muy forzado y un disparo centrado.
No ha sido tan benévolo a la tercera. Una gran asistencia vertical y lejana de Denis Suárez la ha secundado el atacante celeste con un gran desmarque en diagonal y un posterior duro chut al primer palo que no ha sido bien cubierto por un sorprendido Pacheco.
La impotencia visitante se ha visto reflejado en que en poco más de media hora sus dos mediocentros –Pina y Loum– ya han visto la amarilla, al verse sobrepasado por diestra y siniestra. La única ocasión arabarra de ese primer periodo se la ha tenido que fabricar Joselu, al bajar un balón aéreo con el pecho y revolverse con un remate pegado al poste, aunque sin excesiva velocidad, lo que ha favorecido la parada de Dituro.
Defensa de tres
Se la ha jugado Julio Velázquez al descanso. Cambios y variación táctica. El cuadro visitante ha pasado a defensa de tres –Martín y Rioja como carrileros– y en los primeros compases lo ha notado en clave positiva, sobre todo por la participación ofensiva de Manu Vallejo, otro de los reemplazos.
Poco han durado esas optimistas sensaciones porque, de la misma manera que el Alavés ha ganado presencia en ataque, también ha dejado más espacios en la zaga, que ha terminado por descoserse de manera definitiva con el transcurso de los minutos.
Y es que, si bien El Glorioso ha llegado más, ha sido el Celta quien ha tenido mayor claridad y peligrosidad, Ha avisado Brais Méndez (m.53) con un recorte dentro del área y disparo raso con toda la mala intención, que se ha marchado pegado al poste, y después ha sido Aspas quien ha desperdiciado en el 56 un contragolpe bien trenzado con Galhardo.
En el siguiente lance ya no ha habido perdón alguno. Una nueva arrancada por la derecha del de Moaña ha derivado en una asistencia al punto de penalti, desde donde Cervi ha percutido con el infortunio de que el esférico ha golpeado en Ximo Navarro, resultando indetectable para Pacheco.
Lo peor, en todo caso, estaba por llegar. La velocidad de Aspas, toda una pesadilla, ha obligado a Ximo Navarro a encimarle por detrás, interpretando el trencilla que era el último jugador. Tarjeta roja para el polivalente defensor y una falta peligrosa al borde del área.
El futbolista franquicia del Celta ha sido el encargado de botarla, pegando en la barrera, pero enganchando el rechazo con un empalme que se ha vuelto a colar en las redes en el minuto 66. Si ya lo estaba con el tercero, con el cuarto gol el duelo se ha dado por finiquitado, jugando ya los locales a placer los últimos minutos ante un adversario en inferioridad e incluso pudiendo infligirle más dianas al Alavés.
Velázquez: «Hemos dado una imagen muy mala»
Julio Velázquez ha pedido «disculpas» a la afición por la imagen «muy mala» que ha ofrecido su equipo en Vigo, si bien ha defendido a sus jugadores, ya que «son los primeros que están fastidiados por esta derrota súper dolorosa».
«Hemos estado muy mal de inicio a fin. No nos hemos encontrado en ningún momento, ha sido el peor partido desde nuestro llegada. El rival ha sido netamente superior, salvo un poquito al principio de la segunda parte cuando parecía que podíamos modificar la dinámica. Nos hemos puesto una mochila con piedras en la espalda y ha sido imposible», ha declarado.
Ha reconocido, por otra parte, que la permanencia se ha complicado «muchísimo», pero que él sigue creyendo en que se puede cumplir el objetivo. «Si hay un deporte que muchas veces es una caja de sorpresas, ese es el fútbol», ha indicado.
En este sentido, ha apuntado que las opciones del Alavés «pasan por ganar los tres encuentros. Hay que recapacitar, levantar la cabeza y pensar en el próximo partido para dignificar el escudo que representamos. Ese es el camino».
Ha reconocido que «si no entras bien en el partido y ellos se adelantan tan pronto, la dificultad se multiplica. El Celta jugó muy cómodo, no le hemos incomodado en ningún momento y han ido creciendo a medida que nosotros nos hacíamos más pequeños. No hemos existido en ningún momento del encuentro», ha reiterado el técnico salmantino, quien ha asumido la «responsabilidad» por la dura derrota.