Como ante el Elche, Osasuna se ha tenido que conformar con un punto, de nuevo en un partido en el que se ha adelantado en el marcador, pero luego ha dejado resucitar a su rival cuando lo ha tenido contra las cuerdas para dejar sentenciado el encuentro.
Kike Barja, con un gran gol, ha marcado el 0-1, Budimir ha tenido la oportunidad clara de sentenciar en el primer tramo del segundo periodo, después el Espanyol se ha venido arriba con sus cambios ofensivos pudiendo darle la vuelta al electrónico y en el descuento, Chimy Ávila se ha sacado un trallazo con la zurda que ha tocado lo justo Diego López para que el cuero posteriormente dejase el larguero temblando.
Desde el primer momento, ya se ha visto a una escuadra navarra que iba a por el partido, pese a que ambos equipos han dejado a muchos de sus habituales titulares en el banquillo. Lo ha notado bastante menos el conjunto dirigido por Jagoba Arrasate, que ha puesto coto a la meta de Diego López.
Pese a rondar más el balón el área periquita, el Espanyol también ha llevado peligro con aislados balones largos que han recogido Darder y Vilhena para sacarse sendos disparos, el primero sin problemas para Sergio Herrera y el segundo pegado al palo.
Un gran control de Darko superado el primer cuarto de hora y el posterior intento de driblar al guardameta espanyolista ha sido el primer aviso serio de un Osasuna que ha inclinado su ataque por el costado izquierdo. Budimir le ha dado continuidad a esa dinámica con un buen desmarque, posterior remate e intento con la zurda para superar a Diego López, que ha sacado una acertada manopla.
La presión alta rojilla ha sido una de sus mejores armas, pero en algunas ocasiones el Espanyol la ha superado, rompiendo líneas con velocidad y presentándose rápido en la portería osasunista. En una de esas, Herrera se ha jugado la cara cuando Puado ha entrado solo por el costado derecho e intentado combinar con Wu Lei, que ya se aprestaba a rematar.
Un disparo raso de Darko tras otra colada que ha interceptado bien colocado en el primer palo Diego López ha sido el preámbulo del gol visitante. La insistencia navarra en apretar arriba ha dado sus frutos. Javi Martínez le ha robado el balón a Aleix Vidal en tres cuartos, ha combinado con Budimir y este le ha dado un pase interior a Kike Barja para que el de Noain, hasta ese momento poco participativo, colase el balón en las redes con una cucharita de gran calidad y difícil ejecución.
El 0-1 ha premiado las mejores artes de Osasuna y ha incrementado el ya inicial cabreo de la grada del RCDE Stadium, muy mosqueada por la decisión del técnico Vicente Moreno de castigar con la suplencia a su artillero Raúl de Tomás, después de tener un encontronazo con el jugador al ser sustituido la pasada jornada en el Bernabéu.
Oportunidad para finiquitar y cambio de dinámica
Tras el paso por vestuarios, el duelo ha entrado en una dinámica de ida y vuelta, con un juego bastante incontrolado y un Espanyol mucho más suelto, lo que no era una buena noticia para Osasuna. Pese a ello, el cuadro rojillo ha tenido en el una inmejorable ocasión en las botas de un Budimir que ha pecado de excesivo egoísmo al intentar marcar él el gol cuando tenía desmarcado a un compañero en mejor ubicación.
Sin embargo, la trayectoria del encuentro ya había variado. Con Raúl de Tomás sobre el campo y la inclusión de varios futbolistas ofensivos por parte de Vicente Moreno, Puado ha dado el primer aviso en el 60 con un chut a colocar que ha salido cerca del poste.
Más certero ha estado Melamed, otro jugador salido del banquillo, que ha igualado el envite con un lance individual que el atacante ha iniciado con una diagonal hasta plantarse al borde del área y sacarse un chut duro y colocado al que no ha podido llegar el vuelo de Herrera.
El viraje del partido ha provocado que Osasuna haya comenzado a sufrir y ser empujado a su propia área por un Espanyol mucho más ordenado y renacido a raíz de lograr el empate. Aleix Vidal ha probado en el 75 firmar la remontada, pero su disparo se ha ido muy arriba.
Los rojillos ya no han dispuesto de salida clara de balón, han dejado de presionar y se han visto embotellados con las líneas muy rezagadas. Ahí los periquitos se han encontrado mucho más cómodos, teniendo que recorrer bastantes menos metros para armar las jugadas.
Los anfitriones han rondado el revolcón. Un centro de Melamed que ha golpeado en Oier ha estado a punto de colarse y un remate a bote pronto de Raúl de Tomás ha golpeado en el exterior de la red, mientras el bloque navarro seguía acogotado sin poder salir de sus dominios.
No obstante, ya en el descuento, Osasuna ha conseguido zafarse del dominio periquito y ha dispuesto de dos oportunidades para traerse los tres puntos. Un zapatazo de Chimy Ávila lo ha tocado lo justo Diego López como para desviarlo a un larguero que se ha quedado temblando. El saque de esquina posterior lo ha cabeceado en posición inmejorable Budimir, pero por encima del travesaño.
Con estos dos últimos empates fuera de casa, los de Arrasate se quedan a siete puntos del séptimo lugar, un objetivo que se antoja prácticamente imposible, teniendo en cuenta que quedan nueve por disputarse.
Arrasate: «Sabor agridulce»
Jagoba Arrasate ha reconocido sentir un «sabor agridulce» a la conclusión del encuentro por el hecho de que el equipo ha dispuesto de una doble ocasión en los últimos estertores del choque, pero no la ha materializado. Ello no impide que el de Berriatua haya calificado de «fantástica posición» el lugar que ocupan los suyos en la tabla.
El preparador rojillo ha resaltado que la escuadra navarra «sigue siendo competitiva» y que en las tres jornadas que restan para que concluya la competición liguera «va a hacer un esfuerzo para terminar, por lo menos, donde está. Sería una gran temporada».
El míster vizcaino ha lamentado que «la pena» ha sido que Osasuna no ha sabido rentabilizar las ocasiones que tuvo para marcar el 0-2. Ha admitido, por otra parte, que después del 1-1, el Espanyol tuvo «sus mejores minutos», ya que dispusieron de «más presencia en campo rival y más balón con Melendo».