Las agresiones a rusos y ucranianos en Alemania ha descendido tras un pico de 270 semanales. En una rueda de prensa de presentación del informe sobre delitos de motivación política para 2021, el presidente de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), Holger Münch, ha afirmado que no puede confirmar la imagen que trasladan algunos medios de que hay muchos ataques contra rusos y subrayó, por contra, que actualmente la tendencia es a la baja.
«Con el inicio del conflicto tuvimos un incremento, con un pico de 270 delitos por semana, en su mayoría, al principio, contra representantes de la población de origen ruso y, minoritariamente, contra representantes de la población de origen ucraniano», ha indicado.
Según Münch, esa «curva emocional» se ha debilitado y actualmente está «muy por debajo» de los 200 casos por semana.
En la misma línea, también las agresiones contra la población principalmente rusa han disminuido, ha agregado.
Ha precisado que la BKA recoge estas agresiones «independientemente de la cuestión de si hay detrás un trasfondo político», con el fin de obtener una panorámica general.
Paralelamente, la BKA observa de cerca a «actores de riesgo» entre los refugiados ucranianos, como la amenaza de ser víctima de abusos sexuales o de trata de personas, para lo cual está en contacto con el resto de países europeos.
En tercer lugar, ha indicado, la BKA recoge asimismo delitos según el Derecho Penal Internacional, en concreto, los testimonios que pueden ofrecer los refugiados sobre posibles crímenes de este tipo cometidos en Ucrania, para lo cual se trabaja también en un esfuerzo colectivo internacional.