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Mantienen la petición de cárcel para el acusado de abusar de la hija de su exmujer

La Fiscalía ha mantenido este lunes su petición de cinco años y medio de cárcel para el hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su exmujer en un domicilio de Errenteria, entre los años 2013 y 2016, cuando la niña tenía entre 11 y 14 años.

Durante el juicio celebrado en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa contra el hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su exmujer en un domicilio de Errenteria, la Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la víctima, han mantenido este lunes su petición de cinco años y medio de cárcel. La defensa ha reclamado la libre absolución de su cliente, quien ha rechazado haber cometido abuso alguno sobre la menor.

Según el Ministerio Público, los hechos habrían ocurrido en el domicilio familiar de Errenteria entre los años 2013 y 2016, cuando la víctima tenía entre 11 y 14 años, en los momentos en los que el inculpado y la menor se encontraban solos en el domicilio donde convivían y la chica se echaba la siesta en el sofá de la sala, ocasiones en las que el inculpado se le acercaba y presuntamente «le tocaba por encima de la ropa los pechos y los genitales».

Durante el juicio, la víctima, que en la actualidad tiene 20 años, ha recordado que los abusos no tenían lugar todos los días aunque sí «frecuentemente», entre las 13.00 y las 15.00 momento en el que ella llegaba del colegio.

«Cuando intentaba tocarme por debajo –de la ropa– hacía que me despertaba» porque sentía «que se iba a pasar». «Entonces él se iba o se sentaba en el otro sofá y no nos decíamos nada», ha relatado la joven, quien ha aclarado que no contó «nada a nadie» hasta que se rompió la relación entre el acusado y su madre y esta le preguntó si él le había «hecho algo alguna vez».

La chica ha comentado que no lo denunció antes porque no quería «dañar» la relación de su madre con el acusado. «Me daba miedo que pasara algo, se lo conté cuando ya no estaban juntos», ha zanjado.

Por su parte, el acusado ha negado haber abusado sexualmente de la chica, con la que, según ha declarado, tenía una «buena» relación y no se quedaba a solas en el domicilio porque durante el día había más personas a esa hora en la vivienda y además él «estaba por la calle trabajando» e incluso comía fuera, por lo que no coincidía con la chica a la hora de la siesta.

Además, ha dicho desconocer los motivos por los que la chica y su madre presentaron la denuncia por abusos en su contra, de la que tuvo conocimiento en el año 2019.

La madre de la víctima, que estaba en proceso de divorcio cuando se presentó la denuncia por los abusos sexuales, ha señalado que también había presentado una denuncia por violencia de género contra el hombre.