El tribunal regional de Przemysl ha accedido a la petición del fiscal y ha acordado prorrogar la detención preventiva del periodista vasco Pablo González por otros tres meses.
El abogado polaco de González ha dicho a Efe que presentará recurso contra la decisión del tribunal. Sin embargo, por ahora, González permanecerá bajo custodia.
«El tribunal decidió extender el arresto por otros tres meses», ha dicho a Efe el abogado de Pablo González, Bartosz Rogasa.
Rogasa ha explicado que, de acuerdo con la ley polaca, en esta etapa no se le ha permitido compartir los detalles de la justificación de la decisión del tribunal.
«La audiencia de arresto fue parte de los procedimientos preparatorios y, por eso, permanece clasificada», ha explicado Rogasa, que ha añadido que no ha podido ver más documentación sobre la causa porque la Fiscalía no le ha permitido acceder a esos informes.
Rogasa ha dicho a Efe que él y su cliente presentarán recurso ante el tribunal de apelaciones de Rzeszów en un plazo de siete días.
«La decisión de la corte de hoy no es definitiva pero es ejecutable, lo que significa que el señor González permanece detenido», ha dicho Rogasa, quien ha señalado que el periodista vasco se encuentra bien física y mentalmente.
Detenido en febrero
Pablo González, colaborador de NAIZ y de otros medios, fue detenido el 28 de febrero en la frontera entre Polonia y Ucrania cuando cubría los efectos de la invasión rusa. Desde el primer momento, no ha podido tener una relación normalizada con su abogado, Gonzalo Boye, ni tampoco con sus allegados. Inicialmente, no tuvo más asistencia que la de una abogada de oficio designada por la Fiscalía, que posteriormente renunció a la causa.
La acusación de las autoridades polacas contra el periodista vasco fue la de espionaje a favor de Rusia. Para ello, utilizaron pruebas tan poco rigurosas como la existencia de un pasaporte ruso a nombre de Pavel Rubtsov, que corresponde a la denominación rusa de González, nacido en Moscú.
En abril, González fue trasladado de la cárcel polaca de Rezszów, en la frontera con Ucrania, a la de Radom, a escasos kilómetros de Varsovia.
Durante su estancia en prisión, su abogado y su familia ha denunciado que la asistencia de las autoridades consulares españolas ha sido mínima y que el Gobierno español no ha tratado la situación de González con sus homólogos polacos.