Ane  Urkiri
NAIZeko zuzendaria / Directora de NAIZ

Alavés: Un descenso que parecía inevitable

Con once entrenadores, finaliza su trayectoria más larga en Primera. Ha perdido más de la mitad de los partidos y ha estado en descenso gran parte del año.

Joselu y Loum lamentan una ocasión perdida ante el Rayo Vallecano.
Joselu y Loum lamentan una ocasión perdida ante el Rayo Vallecano. (Raul BOGAJO | FOKU)

El Deportivo Alavés ha completado la temporada con más jornadas en puestos de descenso que de la salvación. Una vez que volvió a la zona roja antes de terminar la primera vuelta, con Javier Calleja como entrenador, los babazorros han sido incapaces de levantar el vuelo y cada jornada que se disputaba, parecía inevitable perder la categoría. Ni Mendilibar ni Julio Velázquez obraron el milagro.

Dos cursos consecutivos con triple cambio en el banquillo tenía que tener consecuencia. La afición culpa a la directiva, una directiva que hace autocrítica pero que no depura responsabilidades. Prefiere culpar a la falta de feeling entre plantilla y dirección para escusar los malos resultados.

Ni con los mejores registros de su delantero ha podido disimular el descalabro. Joselu, que se marcha por la puerta de atrás a pesar de ser el mejor goleador que ha tenido el Glorioso en Primera División, ha marcado 14 goles y ha repartido cuatro asistencias y después de Luis Rioja –que este año tan solo ha marcado un gol– ha sido el jugador más utilizado. No obstante, al equipo le faltaba el rumbo, un juego claro y, sobre todo, le ha faltado la contundencia defensiva que tan suya había hecho en temporadas anteriores. No ha sido el equipo más goleado, pero sí el segundo, y tal y como refleja su situación en la tabla clasificatoria, ha sido el peor equipo de la categoría al perder más de la mitad de los partidos (23). El Levante, penúltimo, ha perdido cuatro partidos menos y el Cádiz, que logró la permanencia en la última jornada, ocho menos. Ha estado lejos de los números de la salvación.

 

Y siempre ha estado lejos. Siempre ha tenido que remar a contracorriente porque nunca ha dependido de él la permanencia. Durante seis jornadas estuvo fuera de los puestos peligrosos (del 11 al 17), cuando con Calleja de entrenador cogió algo de oxígeno encadenando cinco jornadas consecutivas sin perder. También con Calleja volvió al descenso, una situación que desde el club se vio como inaceptable. La decisión más drástica fue quitar del cargo al técnico madrileño –no sin polémica por una cláusula en el contrato– y Mendilibar, con tanta experiencia en estas situaciones, fue a lo que se agarró el club y la afición. Pero ni tan siquiera para el bueno de Zaldibar fue viable la permanencia y la dirección no tuvo ningún escrúpulo para cesarle tras once jornadas en el banquillo. Completar la temporada con tres entrenadores no era novedad para el Alavés, pero no por haber funcionado una vez, iba a funcionar otra vez.

Salida de jugadores

«El error ha sido obsesionarnos con mantener la categoría sin miras al futuro», dijo el director deportivo Sergio Fernández. Pero el problema es más gordo. Porque con la nefasta gestión han ganado que los pilares del equipo duden de su continuidad. Laguardia, Pacheco o incluso Martin están sopesando salir y el Deportivo Alavés se queda sin su esencia, algo necesario para volver a subir de categoría.