Cuando acabamos de entrar en el último año de legislatura navarra, una de las mayores incógnitas de cara a las elecciones forales de 2023 es si la derecha concurrirá reunida de nuevo en las siglas de Navarra Suma o lo hará por separado, como anteriormente.
Ana Beltrán, presidenta del PP en Nafarroa, se ha decantado este lunes por la primera fórmula afirmando que «ha tenido éxito», pero ha admitido que no han hablado todavía con UPN y ha abierto además un rifirrafe al asegurar que también habría que conversar con los diputados electos por esta formación y hoy suspendidos de militancia, Carlos García Adanero y Sergio Sayas.
En función de esta sanción, impuesta en marzo tras su desmarque en la votación sobre la reforma laboral en el Congreso, ninguno de los dos podría integrar las listas de UPN pero, según Beltrán, sí las de una eventual repetición de Navarra Suma.
Beltrán ha apuntado que «ni Ana Beltrán ni el PP teme a nada ni a nadie, y menos a Sayas y Adanero, que siempre hemos sido compañeros, y no presentan ninguna ideología diferente al PP».
Es sabido que ambos diputados participan en una plataforma que podría cuajar en algún tipo de candidatura o coaligarse con el resto. Pero a la espera de la evolución de esta iniciativa, preguntada por si los incorporarían al PPN, Beltrán ha comentado que «hablaremos con cualquier persona que quiere hablar con el Partido Popular».
El presidente de UPN, Javier Esparza, no ha tardado en dar réplica. Ha señalado en redes sociales que pone en duda que «la dirección del PP a nivel nacional quiera integrar bajo sus siglas a personas que han engañado a su partido y a todos los navarros», en alusión a los dos diputados.
El líder de UPN ha indicado que «el PP es un partido nacional y UPN tomará las decisiones sobre futuros pactos con su dirección, encabezada por Núñez Feijóo».
Del Burgo y los datos
En este debate sobre la fórmula electoral, que aún es incipiente pero tendrá que resolverse sin esperar al último minuto, en los últimos días se ha escuchado también una voz muy influyente en la derecha españolista navarra: la de Jaime Ignacio del Burgo, que expuso en entrevista en ‘Diario de Navarra’ que «a lo mejor UPN y PP suman más por separado».
Por otro lado, la alusión de Beltrán al «éxito» de Navarra Suma (integrada por UPN, PP y Cs) en 2019 resulta cuestionable con los datos en la mano. En esos comicios obtuvo 20 escaños y 127.000 votos, con lo que no pudo impedir un gobierno alternativo ni mejoró las cifras de los mejores años de la coalición UPN-PP.
La entente tripartita sí les sirvió para recuperar la Alcaldía de Iruñea (con la colaboración del PSN) y algunas otros ayuntamientos navarros, superando el descalabro de 2015, cuando la mayor institución que quedó en manos de UPN fue el Consistorio de Cintruénigo.