Jon Ormazabal

Ibarguren y Del Río quieren ser algo más que meros acompañantes en la final del Open

El delantero de Lazkao formará con Ibai Pérez, mientras que el de Lezama será el zaguero de Gaubeka en un partido de pronóstico bastante abierto.

Las dos parejas han terminado satisfechas con el material para la final.
Las dos parejas han terminado satisfechas con el material para la final. (BIZKAIA FRONTOIA)

Un triángulo formado por Pablo Fusto, Esteban Gaubeka e Ibai Pérez lleva gobernando la modalidad del leño con puño de hierro desde que la modalidad dio el salto a Miribilla. El estado de forma de cada uno marca mucho cada campeonato que se viene disputando en los últimos años y el resto de profesionales buscan su oportunidad cuando son alistados junto a estos tres grandes campeones. Este sábado, el Gallo de Armintza –que disputa su sexta final consecutiva– e Ibai Pérez vuelven a pugnar por una txapela –la única que le falta al de Sestao– y tanto Asier Del Río como Beñat Ibarguren quieren aprovechar esta oportunidad para estrenar su palmarés profesional.

Ibarguren e Ibai Pérez se presentan en esta final como la pareja más regular en la liguilla, pero Fusto y Ruiz les dieron un gran susto en las semifinales adelantándose 2-0, por lo que vienen avisados de que cualquier despiste se paga caro a estas alturas. «Jugar con Ibai es un lujo, siendo mi zaguero lo ve todo muy claro desde atrás y tendré que hacerle caso, es un mago, un titán y si lleva tantas txapelas es por algo. A ver si le consigo llevar a su primera txapela del Open, que sería cerrar su círculo y la primera para mí», ha declarado el lazkaotarra en la elección de material de esta mañana en el Bizkaia.

El delantero formado en el Oiangu reconoce que los nervios le traicionaron en la semifinal y que siendo su primera final, lo ideal sería dejar los nervios en casa, «si bien no puedo garantizar que vaya a ser así». En principio, contando con un zaguero que lo lleva todo como Ibai Pérez, sus opciones de txapela pasan por cargar el juego atrás. «Si dejamos que el Gallo haga su juego, se pone peligroso. No obstante, si le fastidiamos en su terreno, quizás se desespere», ha declarado, consciente de que también debe tratar de aprovechar las oportunidades de pasar al remate que se le presenten.

Presión extra

Asier Del Río, por su parte, ya cuenta con la experiencia de jugar una final de este tipo, la del Open del año pasado junto a Fusto, en la que cayó ante su pareja este año, Esteban Gaubeka e Iker Gordon. «Jugar con Pablo, lo mismo que hacerlo con Gaubeka, te hace salir con la presión de tener que ganar, porque lo han ganado todo. Es una presión extra, pero sí que este año, tanto en la semifinal como en los días previos a la final, me estoy sintiendo algo más tranquilo», reconoce.

El mensaje de los dos veteranos a sus parejas es el mismo, «que estén tranquilos» y «traten de disfrutar», algo que no es del todo sencillo en partidos de tal importancia. La competitividad es una de las principales virtudes de Esteban Gaubeka, algo que intenta trasladar a un zaguero que reconoce tener bajones durante algunos momentos del partido. «Me echa broncas, pero desde el cariño y yo se lo agradezco. Sí que es verdad que, cuando me echa esas broncas porque estoy en un momento malo, me embajono un poco más, pero luego en el descanso, cuando hablamos, me anima un montón y es un placer jugar con él», ha reconocido.

Asumiendo que tanto a Gaubeka como Ibai Pérez les tocará echarse el peso de la pareja a la espalda, la respuesta que tanto Ibarguren como Del Río puedan dar determinará mucho el destino de las txapelas del Open Bizkaia.