En el acto han participado, entre otros, el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa; el lehendakari Iñigo Urkullu, el vicelehendakari Josu Erkoreka, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia Ana Otadui, el presidente de la Asociación Matxitxako Xabier Olabeaga, y la directora del Gogora Aintzane Ezenarro.
Ha tenido un especial protagonismo Juan Azkarate Araukua, que hoy ha cumplido 100 años y ha descubierto la placa que homenajea a los gudaris y milicianos bermeotarras en la fachada del Ayuntamiento.
Durante su participación en el homenaje, Urkullu ha tenido palabras de reconocimiento para Azkarate y para quienes «frente al fascismo defendieron un gobierno democrático. Por todo lo que has hecho, por la paz, los derechos humanos y las libertades. Reconocemos el compromiso de toda una generación, que es motivo de orgullo para todas y todos nosotros».
Marina de Guerra Auxiliar
Azkarate formó parte, siendo muy joven, de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. «Reconocemos a quienes fueron itxas-gudariak, gudaris de la mar. Recordamos aquellos bous artillados, aquellos bacaladeros, pesqueros armados de forma improvisada desde los que nuestros arrantzales supieron, con heroísmo, hacer frente a una armada profesional y fuertemente equipada», ha rememorado el lehendakari.
Tras aludir a la batalla de Matxitxako, que en cualquier otro país «habría sido reflejada en novelas y películas», ha lamentado que «en Euskadi tenemos pendiente transmitir este heroísmo a las nuevas generaciones».
El alcalde Aritz Abaroa, ha afirmado que pese a que «dicen que el tiempo cura todas las heridas», se debe reconocer que hay que «marcarle los tiempos. El proceso de sanación no puede convertirse en un proceso de olvido y de cerrazón. Las heridas sólo las curan la justicia y el reconocimiento y, entre otras cosas, nos corresponde a las instituciones trabajar para ello».
Ha recordado que «fueron muchos los bermeotarrak que se mostraron dispuestos a dar su vida en defensa del autogobierno y la libertad. Es de destacar que todos ellos, por encima de las diferentes ideologías políticas, estuvieron unidos por varios objetivos comunes: la defensa del pueblo, la defensa de las instituciones legalmente constituidas y la defensa de la libertad de los ciudadanos y las ciudadanas, es decir, la defensa de la democracia».