Según ha informado LAB en un comunicado, la primera muerte laboral se produjo este pasado jueves en Lezama, cuando un trabajador de 56 años perdió la vida tras sufrir un infarto.

El sindicato ha alertado del «incremento» de las muertes por problemas cardiovasculares y ha incidido en que existen factores laborales que los provocan o aumentan.

«No es casual que los altos ritmos, las largas jornadas de trabajo y las daños colaterales provocados por la exigencia de productividad hayan hecho crecer este factor de riesgo dentro de la perversa lógica del capitalismo. Las condiciones climatológicas extremas que padecemos estos días hacen que los riesgos se vean aumentados y así se puedan entender las dos muertes laborales que se han dado en estos dos días, la suma de muchos factores», ha añadido.

Ayer viernes falleció una trabajadora de 56 años que se sintió indispuesta y perdió la vida en los vestuarios en una residencia de Murgia. Se trataba de su primer día de trabajo.

«No es fruto de la casualidad. Cada vez estamos sufriendo condiciones laborales más duras y esto repercute en nuestra salud. En el caso de las mujeres dedicadas al cuidado, estas condiciones son aún más duras. Altos ritmos de trabajo, largas jornadas, turnicidad, uso de EPIs no adecuados a pesar del calor extremo, contratos temporales para trabajos permanentes, precariedad»” ha enumerado.

LAB ha realizado un llamamiento a Osalan y al Gobierno de Lakua para que, «en el cumplimiento de sus competencias pongan de una vez por todas los medios necesarios» para evitar estas muertes. «Exigimos a la patronal que cumpla la normativa de salud laboral y respete los protocolos de termohigrometría en estos calurosos días», ha insistido.