La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno navarro, Itziar Gómez, ha explicado que su Departamento está trabajando en la redacción de una orden foral que permita aplicar restricciones al uso de maquinaria agrícola en condiciones meteorológicas extremas, como las que han provocado la ola de incendios en Nafarroa.
Gómez, en declaraciones a Radio Euskadi, ha recordado es lunes que, al igual que ha sucedido con el coronavirus, es necesario establecer un marco jurídico que permita aplicar restricciones en situaciones excepcionales. En este contexto, se enmarca la aprobación de la orden foral, que se está tramitando actualmente.
La consejera ha destacado que en Nafarroa se han unido factores naturales como temperaturas mínimas superiores a los 26 grados, máximas por encima de los 42, niveles de humedad cercanos al 10% y viento extremadamente seco con velocidades de hasta 80 kilómetros por hora. Todo ello, ha permitido activar el nivel del plan de alerta, que permite aplicar restricciones.
Asimismo, ha explicado Gómez, se ha producido un adelanto de la temporada de la cosecha, lo que ha provocado que la orden foral prevista para la primera semana de julio no haya llegado a tiempo. En este sentido, ha destacado que la semana pasada era imposible adelantar los tiempos de la tramitación administrativa de la orden foral. Junto a ello, ha señalado que en La Rioja y Aragón se sigue actualmente cosechando porque no está prohibido.
Oposición a la orden
La consejera ha explicado que llevaron la orden foral la primera semana de junio al Consejo Agraria y que sindicatos como la UAGN se opusieron a la introducción de limitaciones a la cosecha.
En este escenario, Gómez ha hecho un llamamiento a los agricultores para que tengan actitudes de responsabilidad persona, tal y como, según ha reconocido, tiene la mayoría del sector.
De este modo, ha recordado que agricultores han colaborado con los bomberos para levantar cortafuegos usando sus propios tractores, más allá de la detención de un agricultor en Los Arcos por empecinarse en cosechar pese a la prohibición y enfrentarse a la Policía Foral. «La mayoría del colectivo ha mantenido actitudes de responsabilidad personal y colectiva», ha insistido.