El gesto de la UE a Ucrania relega al olvido a los Balcanes Occidentales
Los líderes de los Balcanes occidentales llegan cargados de escepticismo a una cumbre inicialmente prevista para dar un impulso a su integración en la UE, pero centrada en la concesión a Ucrania del estatus de candidato. Albania, que lo es desde 2014, ha aconsejado a Kiev que no se haga ilusiones.
La que fue convocada oficialmente como una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE con los Balcanes Occidentales se ha convertido en la cumbre que ha formalizado el estatus de candidato a Ucrania, y de paso a Moldavia.
Participan, junto con los Veintisiete, los líderes de de Serbia, Montenegro, Kosovo, Bosnia-Herzegovina y Macedonia del Norte, todos ellos repúblicas o entidades de la extinta Yugoslavia, más Albania.
Cuatro de ellos, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Albania son oficialmente candidatos a entrar en la UE desde hace años.
Bosnia-Herzegovina y Kosovo ni siquiera tienen ese estatus y son candidatos potenciales.
La cumbre de este jueves debería formalizar el lanzamiento oficial de las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania, pero este nuevo paso en la senda europea está vetado desde hace dos años por Bulgaria, que aduce diferencias históricas y lingüísticas con ambos países.
Sofía aduce que los eslavos de Macedonia del Norte «son búlgaros que hablan un dialecto regional del búlgaro».
Por si esto fuera poco, Bulgaria vive inmerso en gran inestabilidad interna y ayer mismo el Ejecutivo de Kiril Petkov perdió una moción de censura, aunque el líder de la oposición y ex primer ministro Boiko Borisov ha garantizado su apoyo al Gobierno para desbloquear la situación.
En este contexto, Petkov advirtió de que será el Parlamento búlgaro el que decida sobre levantar el veto, no la cumbre de hoy.
Amenaza de boicot
Los líderes de Albania, Macedonia y Serbia amenazaron con boicotear la cumbre, ante la falta de avances en sus respectivos procesos de adhesión, si bien al final todos han optado por viajar a Bruselas.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha mostrado su esperanza en que la cumbre se pueda saldar con buenos resultados para los países de los Balcanes. «Si pasa esto será bueno, si no, no pasa nada», ha indicado, mostrando agradecimiento a la UE por las inversiones en la región.
Y es que Serbia sigue cómoda, a caballo entre la UE y su histórica aliada, Rusia.
Por contra, el primer ministro albanés, Edi Rama, ha tachado de «desgracia» que un miembro de la OTAN «secuestre» la perspectiva comunitaria de otros dos miembros de la Alianza militar Atlántica, ante la «impotencia» del resto de socios de la UE.
«Hoy es un nuevo día en Europa pero no en Bulgaria», ha ironizado, en referencia a la perspectiva de otorgar el estatus de candidato a Ucrania.
Pero también ha sido claro al respecto y ha mandado un mensaje a Kiev. «Macedonia del Norte es candidato desde hace 16 años, Albania lo es desde hace ocho. Así que bienvenida a Ucrania, es bueno dar el estatus de candidato, pero espero que los ucranianos no se hagan muchas ilusione», ha añadido.
Kosovo y Serbia
No ha sido la única voz balcánica crítica con la UE. La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, ha señalado que «necesitamos una voz clara de la UE y un mensaje unido para los Balcanes».
Para Osmani, que ha reclamado la exención de visados para Kosovo, pendiente desde hace cuatro años, el apoyo de la UE a las candidaturas de Ucrania y Moldavia manda un mensaje geoestratégico y político al este de Europa que debe también tener eco en los Balcanes y ha advertido de que el espacio que deje la UE en la región podría ser ocupado por otros «factores malignos», en referencia a Rusia.
La presidenta kosovar ha aprovechado el altavoz para criticar que Serbia no haya mostrado «ninguna voluntad de alinearse con las sanciones europeas a Rusia» por la invasión de Ucrania.
Preguntado por la prensa al respecto, el presidente serbio ha respondido que votaron en contra de la invasión rusa en la Asamblea General de la ONU y que apoyan «la integridad territorial de Ucrania como la de Serbia, lo que no es el caso para algunos países de UE», ha ironizado, en relación con el reconocimiento de la independencia de Kosovo.