El Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado que la «falta de previsión e incapacidad» de las administraciones sanitarias van a convertir los hospitales en una auténtica «bomba de relojería», ya que se van a cerrar al tener camas previsto en verano «cuando la repercusión de la séptima ola decovid-19 es cada vez mayor en los centros y sus profesionales están totalmente saturados, exhaustos y sobrecargados».
Satse ha recabado cifras de todo el Estado español, pero en lo que a Hego Euskal Herria se refiere advierte que se van a cerrar unas 900 camas en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) y unas 100 en Nafarroa. Apunta que se trata de cifras «a la baja», ya que en distintos centros y servicios «no han querido dar los datos, argumentando que dependerá de la evolución futura de la situación».
El sindicato subraya que el cierre de camas y la suspensión de «miles» de consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas «es algo especialmente grave en estos momentos, cuando la séptima ola de covid-19 está generando un progresivo incremento de la presión asistencial, tanto en urgencias, plantas y UCI, y las listas de espera en todos los servicios de salud se han disparado a consecuencia de la pandemia».
«Cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre», añade Satse.
A ello se añade que los y las profesionales tienen que hacer frente a esta situación «totalmente agotados y exhaustos, tanto física como psicológicamente, al soportar una sobrecarga y tensión asistencial enorme y no haberse recuperado totalmente de la pandemia».