NAIZ

Todos los coches nuevos de la UE llevarán caja negra y limitador de velocidad

A partir de este miércoles, todos los coches nuevos que se comercialicen en la UE deberán llevar una caja negra y limitador de velocidad.

Fabricación de nuevos motores eléctricos para coches en el Estado francés.
Fabricación de nuevos motores eléctricos para coches en el Estado francés. (Lou BENOIST | AFP)

Desde este miércoles, 6 de julio, todos los nuevos modelos de coche que salgan al mercado en la UE estarán obligados a incorporar una caja negra que registre lo sucedido en caso de accidente, así como un limitador de velocidad o un sistema de frenado de emergencia.

Son las exigencias del nuevo reglamento comunitario de seguridad para los vehículos, que se aplicará a partir de este miércoles a los modelos nuevos con el fin de reducir en 25.000 personas la cifra de fallecidos y en 140.000 los heridos graves en accidentes de tráfico para 2038.

«Los nuevos elementos de seguridad avanzados y obligatorios ayudarán a reducir el número de víctimas. También nos aseguramos de que nuestras reglas nos permiten introducir de forma segura los vehículos autónomos y sin conductor en la UE», ha explicado en un comunicado la vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Digital, Margrethe Vestager.

Entre las principales novedades, los nuevos coches tendrán que incorporar una caja negra que, al igual que en los aviones, registrará ciertos datos en los segundos previos a un accidente: la velocidad, si el conductor frenó o si hubo algún problema técnico, entre otros.

Por su parte, el limitador de velocidad avisará al conductor cuando sobrepase el límite permitido con un pitido o vibración. Asimismo, dificultará apretar el acelerador, pero no frenará el coche y la decisión de seguir acelerando quedará en manos del conductor.

Junto a estos dos sistemas, todos los coches, furgonetas, camiones y autobuses tendrán que incorporar detección en la marcha atrás mediante cámaras o sensores, alertas en caso de distracción o mareo del conductor y señal de parada de emergencia.

Además, para coches y furgonetas serán también obligatorios los sistemas para mantenerse en el carril y de frenado automático cuando se detecte un obstáculo, mientras que camiones y autobuses deberán incorporar tecnología para evitar ángulos muertos, alertas para prevenir colisiones con peatones y ciclistas; y sistemas de medición de la presión de los neumáticos.

Protección de datos

La medida de la caja negra había generado dudas sobre la protección de los datos, pero se ha regulado de modo que se limitará la información que recopilan y esta solo podrá utilizarse en la investigación de accidentes y no para identificar al propietario de un vehículo.

Por lo tanto, para el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte, estas medidas suponen «un enorme paso adelante para la seguridad de los vehículos en Europa que llevará a salvar miles de vidas» y «una gran victoria para la seguridad vial». Sin embargo, su director general, Antonio Avenoso, lamenta que hay «un par de goles en propia puerta».

Desde el Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte consideran que el sistema de límite de velocidad «ha sido severamente debilitado» al permitir que solo se dé una alarma a través de un pitido, mientras que las nuevas cajas negras «serán virtualmente inútiles para los investigadores en seguridad» al no registrar datos de localización, fecha u hora, por lo que pidieron revisar estas disposiciones.

Vehículos sin conductor

En el caso de los coches automatizados que sustituyen al conductor en autovía, la UE adoptará las normas acordadas en Naciones Unidas, que ya autorizan el modo sin conductor en autovía hasta 60 kilómetros por hora, y las ampliará para permitirlo hasta los 130 kilómetros por hora a partir de 2023.

Para los vehículos totalmente automatizados, que ni siquiera tienen asiento para el conductor, la Comisión publicará este verano reglas técnicas que permitirán introducirlos en las carreteras y ciudades de la UE y serán las primeras de este tipo en todo el mundo.

En principio, los vehículos aprobados se limitarán a unas 1.500 unidades por modelo y año, aunque estos umbrales irán aumentando en el futuro. Algunos fabricantes ya están listos para dejar atrás la experimentación y comercializar estos vehículos en la UE, sobre todo robotaxis y lanzaderas sin conductor.