La Agencia Federal de Redes alemana –la oficina reguladora para los mercados de electricidad, gas, telecomunicaciones, correos y ferrocarriles– ha advertido este lunes de que el peor de los escenarios en la actual crisis energética, el corte definitivo del suministro de gas por parte de Rusia, colocaría al país germánico en una situación de emergencia.
«El peor de los casos, es decir, si realmente ya no llegara gas desde Rusia», tiene «muy, muy mal aspecto», ha indicado el presidente de la agencia, Klaus Müller, en declaraciones al programa matinal de la cadena pública ZDF.
La situación dependería, además, de varios parámetros, como cuán rápido puede adquirir el Gobierno alemán terminales de gas licuado o cuánto gas puede ahorrar cada persona, ha añadido.
«Pero hay varios escenarios según los cuales entraríamos en una emergencia de gas. Eso significaría que habría muy poco gas. Por eso hay que hacer todo lo posible ahora para evitarlo. Eso también depende de nosotros», ha resaltado.
Müller ha reconocido que las restricciones en relación con la crisis energética ya son notables en estos momentos, por lo que ha hecho un llamamiento a ahorrar gas.
De momento, los depósitos de reservas aún se están llenando, con el objetivo de alcanzar niveles de hasta el 80% el 1 de octubre y del 90% el 1 de noviembre. Pero «hay que vigilar la situación» y «hacer todo lo posible para ahorrar gas ahora, optimizar la calefacción, prepararse en la industria», ha insistido.
Respecto a la posibilidad de que Rusia no restablezca el flujo una vez finalizadas las tareas de mantenimiento del gasoducto Nord Stream que han comenzado este lunes, Müller ha declarado que «nadie puede decirlo con certeza».
Canadá recula y envía a Alemania la turbina requisada
Rusia anunció en junio pasado dos reducciones consecutivas de los suministros de gas a través del Nord Stream –primero una de un 40% y luego otra adicional del 33%–, que Gazprom justificó por los problemas con las revisiones técnicas de las turbinas de la empresa alemana Siemens que se emplean en las estaciones de bombeo.
Una de esas turbinas había sido enviada a reparar a una factoría de Siemens en Canadá, cuyo Gobierno la había requisado como parte de las sanciones impuestas por Occidente a Rusia.
Según se acercaba la fecha de comenzar con las reparaciones del gasoducto, Ottawa estaba siendo presionada tanto por Berlín, que alegaba que si la turbina se enviaba directamente a las autoridades alemanas no supondría romper el embargo, como por Kiev, que exigió que, en lugar de entregarla a Alemania, Canadá se la diera a Ucrania.
Finalmente, Canadá ha accedido a enviar a Alemania la turbina, mientras que Ucrania ha acusado a Berlín de «someterse al chantaje del Kremlin».
Reducción de flujo también hacia Italia
Mientras tanto, Nord Stream AG, la compañía que gestiona el gasoducto, ha confirmado este lunes a la agencia Efe el inicio de los trabajos de mantenimiento previstos y la reducción del flujo de gas, que a las 6.00 de la mañana (04.00 GMT) se había reducido a 0 kilovatios/hora.
Esta interrupción del suministro desde Rusia a Alemania se prolongará durante diez días, ya que está previsto que se reanude a primera hora de la mañana del 21 de julio.
Pero este lunes se están registrando otros recortes que en principio no habían sido anunciados por el gigante gasístico ruso. Al menos así lo han subrayado las autoridades italianas y las austriacas.
«Gazprom anunció que para hoy suministrará a ENI volúmenes de gas de alrededor de 21 millones de metros cúbicos/día, frente a una media de alrededor de 32 millones de metros cúbicos/día en los últimos días», ha informado la compañía italiana de hidrocarburos en su web.
La ENI «proporcionará más información en caso de que se produzcan cambios nuevos y significativos en los flujos», ha comentado en un breve comunicado.
El Kremlin ha rechazado cualquier insinuación sobre el uso por parte de Rusia del petróleo y el gas como un arma de presión política, en referencia a la parada del Nord Stream, pero la posibilidad de un corte total del suministro de gas ruso está generado cada vez mayor temor en Italia, que, junto a Alemania, es el país que más depende de este hidrocarburo para generar energía.
Ante esa eventualidad, el primer ministro, Mario Draghi, prepara distintas medidas que van desde decretar el racionamiento de las empresas energéticas a limitar el consumo tanto para la calefacción como para el alumbrado público, según han publicado medios locales.
Entre las medidas concretas de ese plan de austeridad figuran una reducción de la temperatura de los aparatos de aire acondicionado y de la calefacción en las viviendas de dos grados (a 27 y 19 grados, respectivamente), así como del tiempo de encendido y un «toque de queda» por las noches para la iluminación, según ha indicado ‘Il Messaggero’.
Antes de que Rusia iniciara la guerra en Ucrania, Italia importaba el 90% de sus suministros de gas anuales y el 40% provenía de Rusia, pero ha estado buscando proveedores alternativos y ya ha firmado acuerdos con países como Argelia, su segundo suministrador, República del Congo, Catar y Angola.
Bajada del 70% en la mayor terminal centroeuropea
El grupo austriaco OMV ha hecho un anuncio similar al del ENI en una declaración trasmitida a AFP. «OMV ha sido informado por Gazprom de la disminución del aprovisionamiento de gas, lo que se traduce para hoy en una bajada del 70% de los volúmenes que llegan a la terminal de Baumgarten».
Esta terminal, ubicada en Austria, es uno de los principales centros de distribución de gas para Europa Central. Además de proveer a Italia y Austria, también lo hace a Alemania –en menor medida que el Nord Stream–, Hungría, Eslovenia y Croacia.