El Instituto Nacional de Estadística ha confirmado este miércoles que la inflación sigue creciendo en Hego Euskal Herria.
En la CAV, el IPC se elevó en junio un 1,8% respecto al mes anterior y un 9,6% respecto al mismo mes de 2021. La inflación acumulada en lo que va de año se situó en el 5,7%.
En lo que respecta a Nafarroa, la subida respecto al mes de mayo fue de 2,1%, y la tasa anual se disparó hasta el 10,2%. La tasa acumulada fue del 6,3%.
La escalada anual en el conjunto del Estado español se situó también en un 10,2 %, situándose así en su nivel más alto desde abril de 1985, confirmando los datos avanzados a finales de junio.
Este incremento interanual de los precios a nivel estatal, un punto y medio superior al de mayo (8,7%), ha sido impulsado principalmente por el encarecimiento de carburantes y alimentos frescos.
Eliminados de la cesta de la compra los elementos más volátiles (alimentos frescos y energía), la inflación subyacente aumentó seis décimas respecto a mayo y se situó en el 5,5%, la tasa más elevada desde agosto de 1993.
Sin tener en cuenta las últimas variaciones de impuestos, el IPC habría registrado en el Estado un aumento interanual del 11,1% en junio, casi un punto más que el IPC general.
En concreto, el precio de la electricidad subió en junio un 33,4% y, sin tener en cuenta las últimas variaciones de impuestos sobre la luz, el incremento sería del 52,7%, casi veinte puntos más.
Carburantes y alimentos frescos
El transporte fue el grupo que más empujó la inflación en junio, con un aumento de los precios del 19,2%, más de cuatro puntos por encima de mayo, debido al mayor encarecimiento de los carburantes y lubricantes.
Le siguieron de cerca los alimentos y bebidas no alcohólicas, con un alza del 12,9 %, casi dos puntos superior a la del mes anterior y la más alta desde que comenzó la serie histórica en 1994.
En este grupo, tiraron para arriba de la inflación las frutas, legumbres, hortalizas, carne, pan, cereales, leche, queso y huevos, mientras que en sentido contrario, redujeron los precios aceites y grasas.
La vivienda también aumentó sus precios el 19%, un punto y medio más, por el mayor encarecimiento de los combustibles para calefacción y de la electricidad; mientras que los hoteles, cafés y restaurantes los elevaron el 7,2%, nueve décimas más y también la tasa más alta del histórico (1994).
Durante junio, los precios subieron el 1,9% (frente al 0,8% de mayo), la tasa más elevada en un mes de junio desde 1977.
Ha sido impulsada por el alza de los carburantes y automóviles; de la electricidad y combustibles líquidos; de alimentos como la fruta, carne, pan, cereales, leche, queso y huevos; de los servicios de alojamiento y de los paquetes turísticos.