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El Parlamento normacedonio acepta el pacto con Bulgaria y abre la vía a la adhesión a la UE

La aprobación en el Parlamento de Macedonia del Norte del compromiso con Bulgaria para levantar el veto de Sofía a la adhesión a la UE, abrió el camino de la negociación con Bruselas, aún sujeto a una reforma constitucional que la oposición rechaza de plano, al considerarla una traición.

Opositores se manifiestan contra el acuerdo aprobado por el Parlamento.
Opositores se manifiestan contra el acuerdo aprobado por el Parlamento. (Robert ATANASOVSKI | AFP)

El Parlamento de Macedonia del Norte ha aprobado este sábado el acuerdo alcanzado por el Gobierno con Bulgaria para que ésta retire el veto al acceso de Macedonia del Norte a la UE, tras lo que el Gobierno macedonio ha aceptado también el compromiso.

Pese a no haber ningún voto en contra del acuerdo, los diputados del partido nacionalista Organización Revolucionaria Macedonia Interna-Partido Democrático de la Unidad Nacional Macedonia (VMRO-DPMNE) se han ausentado de la votación en protesta por el pacto, que califican de «traición».

Macedonia del Norte llevaba desde 2005 esperando para abrir conversaciones formales de adhesión primero por el veto griego por el nombre Macedonia y después por el bloqueo de Bulgaria por una disputa sobre el origen del idioma macedonio y el tratamiento de la minoría búlgara, una amenaza de veto que no ha deesaparecido del todo.

Para sortear el veto griego, Macedonia cambió su nombre y aceptó el relato histórico de Atenas.

El Estado francés, como presidenta de turno del Consejo Europeo durante el primer semestre del año, medió para lograr un acuerdo entre Bulgaria y Macedonia del Norte, y el Parlamento búlgaro lo aprobó en junio.

Concesiones a Bulgaria

Ahora se ha aprobado también en Skopie a pesar de la oposición de los nacionalistas y algunos liberales porque advierten de que Bulgaria podría volver a vetar el acceso a la UE.

Además aún falta una reforma de la Constitución macedonia, difícil de aprobar en el Parlamento.

La derecha nacionalista del VMRO-DPMNE, fustigó la decisión del Gobierno, dominado por el SDSM (socialdemócrata).

«Lo que ellos  han aceptado es una traición a Macedonia y al pueblo macedonio. Esta es una completa bulgarización y asimilación de Macedonia», ha denunciado el VMRO-DPMNE.

«El traidor Dimitar Kovacevski y el SDSM antimacedonio responderán por esta traición» ha añadido el partido, que con sus simpatizantes se manifestaba diariamente en Skopje contra este proyecto de compromiso.

El veto de Bulgaria que impedía el inicio de negociaciones con Skopje, se extendía Tirana, al estar las dos candidaturas vinculadas por la UE.

Sofia finalmente levantó su veto el 24 de junio, bajo ciertas condiciones.

Según el proyecto aceptado por Skopje, Macedonia debe modificar su Constitución, una tarea que resulta delicada porque se requiere una mayoría de dos tercios de los 120 diputados, lo que actualmente no es el caso ante la férrea oposición del VMRO- DPMNE.

Esta reforma supone incluir a los búlgaros residentes en el país (unas 3.500 personas) en los grupos étnicos reconocidos constitutivos del Estado y a implementar un tratado de amistad de 2017 destinado a «erradicar el discurso de odio».

Por su parte, Sofía no tiene que aceptar el macedonio como lengua diferente a una variante del búlgaro.

La cuestión del idioma sigue siendo muy delicada, Sofía considera el idioma macedonio como un dialecto búlgaro, mientras que los dos países se disputan hechos y personajes históricos, principalmente heredados del pasado otomano.

Primer paso, el martes

Tanto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se felicitaron porla aprobación.

«Es una oportunidad y la habéis aprovechado», según Von der Leyen, que considera que supone «un gran paso en vuestro camino hacia un futuro europeo». «Nuestro futuro está unido. Os damos la bienvenida con los brazos abiertos», ha apuntado por su parte Michel.

La Unión Europea dará el primer paso de un largo camino de negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte el próximo martes, en la primera Conferencia Intergubernamental con ambos países.

En el caso de Skopje, sin embargo, las negociaciones formales empezarán una vez Macedonia del Norte haya aprobado la enmienda constitucional.

Sin embargo, los partidos de la coalición gobernante liderada por los socialdemócratas, impusieron una serie de condiciones al Gobierno de cara a las negociaciones con la UE.

Así, el Parlamento exige que el macedonio sea reconocido oficialmente, sin reservas de ningún tipo, como el idioma del país, algo que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró está garantizado en la propuesta de la UE.

A cambio de su apoyo, los diputados recalcaron que toda cuestión bilateral debe negociarse entre dos países y no convertirse en «criterios de los que dependa la adhesión a la UE».