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Egiari Zor acoge la Ley de Memoria como el comienzo de un recorrido

Egiari Zor considera que la Ley de Memoria Democrática aprobada en el Congreso español es «un importante avance» en tanto en cuanto amplía desde 1978 hasta 1983 el estudio de vulneraciones de derechos o convierte el Fuerte de Ezkaba y el Palacio de La Cumbre en espacios de memoria.

Homenaje a Juan Luis Lekuona y Manu Urionabarrenetxea, muertos por la Guardia Civil.
Homenaje a Juan Luis Lekuona y Manu Urionabarrenetxea, muertos por la Guardia Civil. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Egiari Zor considera que la Ley de Memoria Democrática aprobada en el Congreso español es «un importante avance» en tanto en cuanto amplía desde 1978 hasta 1983 el estudio de vulneraciones de derechos o convierte el Fuerte de Ezkaba y el Palacio de La Cumbre en espacios de memoria. Entiende que se abre «un espacio de reconocimiento y reparación» que se debe ampliar.

A falta de tener en las manos el documento para poder leer palabra por palabra todo lo que recoge la Ley de Memoria Democrática y hacer una valoración más profunda, Egiari Zor acogió esta nueva ley como «un importante avance» que debe tener continuidad.

La fundación, formada por diferentes personas que trabajan en favor de los derechos de las víctimas que han sufrido la violencia de los estados español y francés, aplaudió esta iniciativa que salió adelante este pasado jueves en el Congreso de Diputados de Madrid.

Añadió que «tiene que ser el comienzo de todo un recorrido que se tiene que hacer en el reconocimiento oficial de las vulneraciones de derechos humanos y de las víctimas por parte del Estado».

Egiari Zor considera «relevante» que la Ley, fruto del acuerdo entre EH Bildu y el Ejecutivo de Pedro Sánchez, contemple la creación de una comisión que estudie vulneraciones de derechos humanos entre 1978 y finales de 1983 a personas que lucharon «por la consolidación de la democracia» y que señale «posibles vías de reconocimiento y reparación». Con esta ampliación temporal de los trabajos de la comisión se incluye el año de inicio de la guerra sucia de los GAL y el primer año de gobierno de Felipe González.

La fundación de víctimas entiende que de esta manera «se abre un espacio de reconocimiento y reparación de las vulneraciones de derechos», lo cual «es muy positivo».

«Pero la violencia del Estado no acabó en 1983, sino que continuó. Y deberían de responsabilizarse de ella. Por ejemplo, deberían incluir la labor que se está haciendo con la ley de la CAV y con la ley que pronto se pondrá en marcha en Nafarroa», propuso.

Otro punto importante de la Ley es el que convertirá el Palacio de La Cumbre y el Fuerte de Ezkaba en lugares de memoria. Egiari Zor recuerda «el gran peso simbólico» de estos espacios que fueron testigos de tanto sufrimiento.

En Ezkaba no solo estuvieron presas personas de Euskal Herria, sino también represaliadas del Estado. La mayoría, 207 ciudadanos, fueron fusilados en la fuga masiva de 1938. A día de hoy, 150 presos siguen en paradero desconocido.

El lugar de memoria se construirá a través de un convenio de colaboración con el Gobierno de Nafarroa, que podrá hacer uso del edificio y su entorno.

En lo que se refiere al Palacio de La Cumbre, en Donostia, donde entre otros fueron torturados en 1983 Joxean Lasa y Joxi Zabala antes de ser ejecutados y enterrados en cal viva por miembros de la Guardia Civil, pasará a ser de propiedad municipal en el plazo máximo de un año, una vez que la ley entre en vigor.

La fundación valora muy positivamente estas iniciativas y agrega que, en su opinión, las víctimas deben estar en la gestión de estos espacios memorialísticos. «Sin incluir su opinión y aportación esa gestión no sería correcta».