¿Qué valoración hace de lo que llevamos de legislatura?

Ha sido una legislatura muy singular. La agenda supramunicipal ha marcado los tiempos, en primer lugar con la pandemia, que ha condicionado el desarrollo de las políticas públicas; y posteriormente la invasión rusa de Ucrania y las consecuencias económicas que ha tenido, como es el incremento de la inflación.

En estos momentos tenemos que ver la oportunidad que supone la política de resiliencia y de recuperación en clave verde que está impulsando Europa. En 2007, con la crisis anterior se desarrollaron políticas austeras, el ‘austericidio’, y ahora ha puesto sobre la mesa una política de impulso a procesos de transformación social, digital, medioambiental... en la que Vitoria quiere estar, quiere estar en ese tren europeo, y es uno de los grandes retos que tenemos.

¿Teme que la inflación marque el último año?

No me atrevería hacer previsiones en estos tiempos tan cambiantes. Difícilmente podemos pensar qué nos va a ocurrir el próximo mes, como para pensar en qué nos va a ocurrir en otoño. Pero sí es cierto que hay dos elementos encima de la mesa: el incremento de los precios, como no lo habíamos visto desde hace décadas, y una situación de mucho empleo, con mucha afiliación. No sabemos si esta situación de actividad y mucho empleo se va a mantener y la inflación va a bajar, o si va a ocurrir lo contrario. Son dos cuestiones un poco chocantes.

El aumento del IPC ha dado pie a las movilizaciones en Mercedes-Benz. ¿Qué opinión le merece el conflicto abierto entre la dirección y el comité?

Si antes decía que uno de los principales retos que tenemos para el final de legislatura es el tren europeo, otro de los retos es Mercedes, llegar a un acuerdo para poder garantizar una inversión de más de 1.200 millones que es esencial para el futuro, porque la industria va a marcar el futuro. Mercedes va a marcar el futuro de Vitoria, es muy importante garantizar esa inversión y que las partes se pongan de acuerdo. Creo que la dirección, después de varios días de movilizaciones, ha entendido que había que ser más flexibles en los planteamientos, porque no podemos obviar el alto seguimiento que han tenido los paros. Puedes tener más o menos en cuenta el discurso sindical, pero hay que tener en cuenta la alta movilización, y la sexta noche era algo que había que repensar.

«Mercedes va a marcar el futuro de Vitoria, y es muy importante garantizar esa inversión»

Junto con la inflación, otro de los temas candentes es el debate energético. ¿Qué proyectos están previstos en la ciudad?

Hay que distinguir dos elementos recogidos en el plan de transición energética. Tenemos que ser más eficientes y reducir el consumo energético, y creo que Vitoria va haciendo los deberes. De hecho, en los últimos 16 años hemos reducido en dos puntos el consumo energético, teniendo en cuenta que la ciudad ha crecido.

La otra es el impulso a la generación propia de energía renovable y limpia, y eso pasa por el impulso de la eólica y la fotovoltaica. Una parte de nuestro suelo agrícola, un porcentaje calculado, dimensionado y proporcionado, que puede estar entre el 3 y 4%, tendrá que destinarse a la ubicación de placas; y tendremos que impulsar parque eólicos en los puntos más idóneos de nuestra geografía, en función del viento.

Paso mucho por Badaia y veo los molinos y, aparte del impacto visual, no hay más. Son compatibles el desarrollo de las energías renovables con el mantenimiento de nuestro entorno natural. Es cierto que, en el caso de las superficies agrícolas, hay una parte que hipotecas para la producción de energía. Es algo que tenemos impulsar en el próximo Plan General.

Sobre la mesa están dos proyectos que suman 200.000 placas solares.

Hay varios proyectos. Estamos impulsando las placas en cubiertas de edificios municipales, pero la producción de energía es insuficiente. Podemos estar hablando de un megavatio, y el plan de neutralidad climática para 2030 habla de 130, por lo que tenemos que impulsar otro tipo de instalaciones fotovoltaicas en cubiertas de naves industriales y en en una ‘pequeñita’ parte de la superficie agrícola, porque si no no vamos a poder avanzar hacia la autosuficiencia. Tenemos que ir hacia una menor dependencia de energías fósiles y de la energía extranjera.

Precisamente Europa ha dado luz verde con el voto del PNV a la propuesta de la Comisión Europea para calificar de «sostenibles» ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas.

No, nosotros defendemos una visión realista de la situación económica, de la industria y de nuestras familias, y creo que la invasión rusa de Ucrania ha venido a demostrar la importancia que tiene el impulso de energías propias para ser autosuficientes y el desarrollo de las energías limpias para que sean más baratas. Hasta que las energías renovables puedan dar respuesta al cien por cien de la demanda, como energía transición se han planteado el gas y la nuclear. ¿Son nuestras energías? No. Nadie apuesta única y exclusivamente por mantener sine die el gas y la energía nuclear. ¿Pero cómo completamos el mix energético después de las renovables? En este caso con la nuclear y con el gas, porque las siguientes son el petróleo y el carbón, que son más contaminantes.

¿Usted volvería a defender la exploración de gas?

La exploración no hubiera significado en ningún caso la explotación, y conocer lo que tienes no esta de más, pero es ocioso plantear ese debate, porque hay una ley estatal que prohíbe la explotación de gas. El debate ya no es ver si hay gas o no hay gas, el debate es decidir qué parte del territorio vamos a destinar para ubicar los parques eólicos o fotovoltaicos que permitan el impulso de las renovables; porque puedo entender que en el discurso político se tenga una posición contraria al gas o a la energía nuclear, pero no que los mismos que dicen ‘no’ al gas y a las centrales nucleares digan ‘no‘ a los parques fotovoltaicos y eólicos. Dicen ‘no’ a las ubicaciones propuestas, pero no dicen dónde ‘sí’. Es una incoherencia y una contradicción, además de una falta de realismo.

Ha indicado que la apuesta por las renovable se incluirá en el PGOU, un documento que ha tensado las relaciones con el socio presupuestario, Elkarrekin Gasteiz.

Respeto su posición pero no la comparto. Hemos planteado un acuerdo en base a un documento de criterios y objetivos que abre muchas posibilidades para cada uno de los capítulos urbanísticos analizados. Elkarrekin Gasteiz está haciendo una interpretación, desde el respeto, excesivamente restrictiva y my dogmática, fruto de no tener responsabilidades de gobierno. Me corresponde hacer una interpretación flexible, pragmática y realista, y creo que en este plan tenemos que abordar cómo podemos hacer una ciudad más compactan y sostenible, a escala humana, que dé respuesta a los retos de presente y futuro. Por eso hemos planteado ciertas intervenciones que pretenden resolver los problemas que en estos momentos tiene la ciudad.

Entre las mismas figura la solución al tráfico por el sur. ¿Existe la posibilidad de construir una nueva circunvalación?

Al igual que nos pasa con la energía, tenemos que darnos un baño de realismo y ver qué ha ocurrido en el sur de la ciudad. Las zonas más al sur de Salburua y Zabalgana han crecido bastante, y tenemos un nuevo barrio, Goikolarra. Tiene 2.500 vecinos, se están construyendo otras 500 viviendas y están previstas otras 900 más; y queda la Avenida de Olarizu por recuperar. En esta situación, se ha producido un incremento de aproximadamente el 30% de los desplazamientos en el eje este-oeste por la zona sur. Estamos prácticamente en los 100.000 desplazamientos de lunes a viernes, y en los 130.000 de lunes a domingo. Esto da lugar a una situación que hay que resolver y, quizás, y solo digo quizás, con las infraestructuras actuales no podamos dar respuesta. He encargado un estudio para analizar si además de lo que ya existe y de las medidas que hemos denominado ‘quirúrgicas’ para aliviar el tráfico, hay que hacer nuevas conexiones que permitan dar respuesta definitiva a las demandas de desplazamiento que hay en la zona, pero descartando la que todo el mundo tenía en el imaginario, que era aquella ronda sur del año 2002-2003 que iba por el el jardín botánico y el parque de Olarizu.

«Hay que hacer nuevas conexiones este-oeste por la zona sur que permitan dar respuesta a las demandas de desplazamiento»

El PGOU también definirá la política urbanística. Según los datos de un portal inmobiliario, en Gasteiz la oferta de alquiler es muy escasa en comparación con otras ciudades. Hay poco más de un centenar de viviendas para alquilar en el mercado libre, mientras que en Bilbo hay más de un millar, y en Donostia e Iruñea, ciudades con menos población, hay más de 300.

Hay mucha demanda de vivienda en alquiler.

Pero poca oferta.

Sí, hay muy poca oferta y la verdad es que no sabría concretar esos datos. Venimos trabajando en ello y llevo muchos años planteando al Departamento de Vivienda del Gobierno Vasco que además de poder hacer nueva vivienda en alquiler se puedan hacer rehabilitaciones de vivienda municipal destinada al alquiler social. De hecho, dentro de los planes Next Generation y del Plan de ResilIencia y Recuperación Verde europeo se marca que la rehabilitación debe ser una de las claves para dar respuesta a las demandas de vivienda, en clave de accesibilidad, eficiencia energética y acceso universal a la misma.

En lo que se refiere a Zaramaga, ¿en qué fase se encuentra el memorial previsto en la iglesias de San Francisco?

Se están redactando los estatutos y se tienen que dar pasos de manera inmediata. Estamos trabajando con el resto de instituciones y con el Obispado, y los ritmos no están siendo los que nos gustarían, pero eso no impide que manifestemos nuestro compromiso con un centro necesario para entender la memoria histórica de esta ciudad y unos sucesos que nos marcaron.

Martxoak 3 y Memoria Gara denuncian que no se cuenta con ellas.

Respeto la opinión pero no la comparto. Es cierto que el patronato lo forman las instituciones, que son las que impulsan el proyecto junto al Obispado, pero tengo muy claro que dentro de lo que es el proyecto museístico y de memoria hay que contar con la asociación del 3 de Marzo, porque ellos son los que van a poder dar con su voz testimonio de lo que ha ocurrido. Son una parte esencial.

Parece que en el caso del soterramiento del ferrocarril se empiezan a establecer plazos. Se ha adjudicado el contrato para el proyecto básico, que debería estar listo en 2024.

Ojalá. Han dado tantas fechas desde Madrid que ya somos muy prudentes al hablar de esto. Pero sí que se han dado pasos importantes. Tanto el Ayuntamiento como la Diputación insistimos en que el proyecto tenía que contemplar una solución definitiva y soterrada, porque he de recordar que hace algunos meses algunas voces representando al Gobierno de España planteaban que quizás la entrada debería de ser inicialmente en superficie, y las instituciones vascas estuvimos defendiendo los acuerdos y la solución soterrada.

Hemos firmado un protocolo y los nuevos estatutos de la sociedad del soterramiento, con el proyecto que estaba previsto; se ha licitado la redacción del proyecto básico constructivo del nudo de Arkaute y del soterramiento; se han adjudicado las obras de construcción de una plataforma de conexión de la ‘Y Vasca’ en Jundiz; y se ha aprobado el estudio informativo de la conexión Burgos-Vitoria. Ahora es el momento de que el Gobierno español mire hacia la principal infraestructura de conexión con Europa, que es la N-I y el Corredor Ferroviario Atlántico.

«Han dado tantas fechas desde el Gobierno de Madrid que ya somos muy prudentes al hablar del soterramiento»

Vecinos de Salburua y Zabalgana han denunciando que el soterramiento no incluye sus barrios.

Inicialmente no estaba previsto ningún soterramiento, luego se habló de medio kilómetro y ahora hemos conseguido 3,6 kilómetros, lo que no significa que en fases posteriores se puedan abordar nuestros procesos de soterramiento, aunque en algún punto es complejo por la situación geológica. En todo caso, me hace gracia que aquellos que dicen ‘no’ al TAV, digan ‘sí’ al TAV cien por cien soterrado. Puedo entender que haya vecinos que quieran que eso fuera así, pero unos piden el todo para que no se haga nada. Porque cuando pedimos que se soterrase todo nos dijeron que entraría de forma provisional en superficie. Prefiero pájaro en mano, planteando un soterramiento de 3,6 kilómetros sin descartar que en un futuro se pueda ampliar.