En su discurso, Bolsonaro ha cargado de nuevo contra el Supremo Tribunal Federal, «hoy sabemos lo que es», a lo que la audiencia ha respondido con gritos de «¡Supremo es el pueblo!». Más adelante se ha referido a los «sordos de negra capa» que «tienen que entender lo que es la voz del pueblo».

Así, ha defendido «volver de nuevo a las calles» el 7 de setiembre, Día de la Independencia y primer aniversario de las manifestaciones directamente golpistas a las que también se sumó Bolsonaro. El mandatario ha defendido que «este es el Ejército que está del lado del pueblo, que no tolera la corrupción, que no tolera el fraude, el que merece un respeto, el que va a respetar».

Además, Bolsonaro ha dado espacio en su discurso a las especulaciones sobre un posible fraude electoral relacionado con las urnas electrónicas que se utilizarán en octubre, pero no ha presentado ninguna prueba al respecto.

Bolsonaro se ha referido también a su principal rival, el candidato del Partido de los Trabajadores y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, al que ha llamado «ladrón» y «borracho». Además ha mostrado su disposición a debatir en campaña electoral.

El compañero de fórmula de Bolsonaro será el exministro de Defensa Walter Braga Netto, como ya había adelantado el propio Bolsonaro, según se ha confirmado en la Convención del PL, celebrada en estadio Maracanazinho de Río de Janeiro, cuna política del mandatario.

Bolsonaro ha protagonizado el acto en el estadio, decorado con los colores verde y amarillo de la bandera brasileña y acompañado de su mujer, Michelle Bolsonaro.

El acto ha comenzado con una oración del diputado federal y pastor Marco Feliciano tras la cual ha intervenido Michelle Bolsonaro en un palco decorado con una gran bandera de Brasil y la foto de presidente junto al lema ‘Por el bien de Brasil’. Como segundo lema figura un cuasirreligioso ‘Lucha del bien contra el mal’ en referencia al principal rival de Bolsonaro, Lula da Silva.

Según la última encuesta de Datafolha de finales de junio, Lula es el favorito con un 47% de intención de voto, frente al 28 que lograría Bolsonaro en la primera vuelta, prevista para el 2 de octubre. Si nadie obtiene más del 50% de los votos en esa primera ronda, los dos candidatos más votados se enfrentarán el 30 de octubre.