Las pretemporadas suelen tener altibajos en cuanto a molestias físicas de jugadores se refiere. La Real ha tenido una triple buena noticia este miércoles, y otra aún no tan buena. La primera de estas es que Carlos Fernández, Alex Isak y David Silva han entrenado con normalidad a las órdenes de Imanol Alguacil, recuperados parece de las molestias musculares que han tenido en los últimos días.
En el lado contrario se encuentra Martín Zubimendi, que ha continuado sin poder estar a las órdenes del técnico txuri-urdin, al continuar con problemas «en la región inguinal derecha», como informó el club el pasado lunes.
Carlos Fernández –junto con el mencionado Zubimendi– se había ausentado de los entrenamientos el lunes a causa de unas «molestias en la planta del pie derecho».
El duro trabajo veraniego también había pasado factura a David Silva, que no ha jugado en los últimos dos partidos amistosos, y a Alexander Isak, de forma que ambos trabajaron por separado en la sesión del lunes sin unirse al grupo.
Según lo visto hoy, todos ellos, menos Zubimendi, parecen estar recuperados de sus dolencias, y habrá que ver si están dispinibles para la final de la Euskal Herria Txapela que se disputa este viernes ante el Athletic en Lasesarre (Barakaldo, 20.45). Ese mismo día, por la mañana, el conjunto blanquiazul se enfrenta en otro amistoso al Eibar (Zubieta, 11.00) para ir cogiendo ritmo de competición de cara al inicio liguero del 14 de agosto en Cádiz.
Cesión de entradas
En otro orden de cosas, la Real ha anunciado este miércoles una novedosa medida para sus abonados que podrán beneficiarse económicamente cuando no acudan a un partido en el Reale Arena, siempre que cedan su asiento para que el club pueda venderlo al público en general.
Este año la entidad realista ha alcanzado el récord histórico de socios con 37.854 abonados, un hito tras el que se abrió una lista de espera con la consecuencia además de que el club únicamente puede vender en torno a 2.000 entradas por partido, cifra que en muchas ocasiones resulta escasa ante la alta demanda existente.
Por estos motivos, el club ha lanzado una iniciativa, con el lema de “Ningún asiento libre” para que cuando los socios no puedan acudir al estadio tengan la opción de ceder sus asientos e ingresar una cantidad de dinero si finalmente alguien compra su entrada en la taquilla o por la web de la entidad donostiarra.
El sistema, que es compatible con el que rige desde 2019 con la cesión del abono a familiares o amigos, se implementará tras el primer encuentro de esta temporada en Donostia ante el Barcelona el 21 de agosto.
Los abonados podrán, según el comunicado, «ceder su localidad al club en cualquier partido de Liga o en la Copa», la Real una vez liberado el espacio podrá ponerlo a la venta y si «la localidad liberada por el socio se vende, este podrá obtener un beneficio ya que se llevará el 40% del importe de la entrada».
El dinero que puede ingresar el abonado txuri-urdin dependerá de la categoría del partido y la edad del comprador (adulto o infantil).
Con este objetivo la Real ya ha creado una plataforma en internet para la cesión de plazas de los socios que, por otra parte, en caso de que finalmente no san vendidas, podrán recuperar su sitio en el estadio «hasta tres horas antes de cada encuentro».