Naiz
Berlín

El Gobierno alemán intenta zanjar el debate sobre una eventual reactivación del Nord Stream 2

El Gobierno alemán ha descartado poner en funcionamiento el Nord Stream 2 –preparado para suministrar gas de Rusia– y se ha remitido a la existencia de otros gasoductos operativos al rechazar la exigencia del vicepresidente de los liberales, Wolfgang Kubicki, de retomar el paralizado proyecto.

Olaf Scholz posa ante una turbina del oleoducto Nord Stream 1 durante una visita a la planta de Siemens en Muelheim an der Ruhr el pasado 3 de agosto.
Olaf Scholz posa ante una turbina del oleoducto Nord Stream 1 durante una visita a la planta de Siemens en Muelheim an der Ruhr el pasado 3 de agosto. (Sascha SCHUERMANN | AFP)

«Tenemos un gasoducto en funcionamiento, Nord Stream 1, que a pleno rendimiento es suficiente para cubrir las necesidades de gas en Alemania», ha resaltado este viernes en una rueda de prensa ordinaria un portavoz del Ministerio de Economía, que añadió que la propuesta de Wolfgang Kubicki tiene que ver con un país, Rusia, «que ha demostrado ser un proveedor de energía poco fiable».

En declaraciones a Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND), Kubicki, vicepresidente del Partido Democrático Liberal (FDP), se ha mostrado convencido de que no existe «ninguna razón sensata para no abrir Nord Stream 2», lo cual le ha valido críticas incluso desde su propio partido, que forma parte de la coalición de Gobierno junto al SPD y los Verdes.

«Debemos abrir Nord Stream 2 lo antes posible para llenar nuestros depósitos de almacenamiento de gas para el invierno», ha insistido, añadiendo que, una vez estén llenos, se puede volver a cerrar, al igual que el resto de gasoductos tan pronto como Alemania logre no depender de las importaciones.

Si el presidente ruso, Vladimir Putin, decide cortar el suministro, Alemania no habrá perdido nada, pero si llega más gas por esta vía, «incluso la cantidad completa prometida contractualmente», ayudará a que la gente no pase frío y que la industria no se vea gravemente afectada, argumentó Kubicki.

Paralizado «por una buena razón»

Por su parte, el portavoz adjunto del Gobierno federal, Wolfgang Büchner, ha recordado que el proceso de certificación de Nord Stream 2 se paralizó «por una buena razón», en noviembre de 2021, que la reactividad del Nord Stream 2 «no está actualmente en discusión».

Aunque ahora se incide en que aquella decisión se tomó como respuesta al reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, lo cierto es que EEUU llevaba tiempo presionando para que tanto Berlín como Bruselas se ‘desengancharan’ de los hidrocarburos rusos y que el contexto estaba marcado, más que por el escenario ucraniano, por la crisis migratoria entre Bielorrusia y la UE.

Büchner se ha remitido a unas declaraciones realizadas a comienzos de agosto por Olaf Scholz en cuanto a que «hay suficientes capacidades con respecto a Nord Stream 1».

«No faltan, en absoluto, posibilidades para cumplir con todos los contratos que Rusia ha cerrado para toda Europa» con la ayuda de este gasoducto y del que atraviesa Ucrania, «que sigue en funcionamiento», ha añadido citando al canciller alemán.

Otras «alternativas»

Büchner se ha referido también a la existencia de un tercer ducto, «en funcionamiento hace décadas», que pasa por Bielorrusia y Polonia, y que ahora «la propia Rusia ha decidido sancionar».

El portavoz de Economía ha recordado que el objetivo del Gobierno alemán es independizarse de las importaciones de energías fósiles, especialmente de Rusia, «por las actuales razones, pero también por principio», en alusión a las medidas para mitigar el cambio climático.

En tanto, una portavoz del Ministerio de Finanzas ha afirmado que su titular y presidente de los liberales, Christian Lindner, cree que la propuesta de Kubicki es «errónea» y «descabellada».