Los datos vuelven a desmentir la sicosis alimentada mediática y políticamente en torno a la seguridad ciudadana en Euskal Herria. En Donostia, en la recien concluida Aste Nagusia la Guardia Municipal y la Ertzaintza han contabilizado un total de 350 denuncias en siete días, un número prácticamente similar al de 2019 (349), pero sensiblemente inferior al registrado en 2018 (504). Lo que sí crecen son las detenciones, paradójicamente.

Esta campaña discursiva se repite en Bilbo, donde en el inicio de las fiestas han proliferado las noticias relacionadas con la seguridad y el alcalde, Juan Mari Aburto, ha afirmado que las policías son recibidas con aplausos en la zona de las txosnas. De momento, los datos de denuncias muestran una tendencia similar a la de antes de la pandemia; esta pasada noche de lunes a martes se han producido trece arrestos por cuestiones que el primer edil ha admitido como de poca importancia.

El balance de delitos durante la Aste Nagusia donostiarra ofrece unas cifras prácticamente similares a las de 2019 y «muy inferiores» a las de 2018, los dos ejercicios previos a la pandemia. Cabe añadir que este año se calcula una participación ciudadana mayor que en esos años, al socaire de unos datos de ocupación hostelera en crecimiento.

Por contra, sí crece el número de arrestos; la actuación policial conjunta ofreció durante la pasada semana un resultado de 91 personas detenidas, un número muy superior al de 2019 (37) o el de 2018 (46). De éstas, 54 detenciones han sido practicadas por la Ertzaintza, mientras que la Guardia Municipal detuvo a otras 37 personas. Junto a ello, 36 personas más figuran como «investigados no detenidos», frente a las 22 de 2019 o las 17 de 2018.

Estos números indican, según el concejal de Seguridad Ciudadana, Martín Ibabe, «que el operativo de seguridad establecido y desplegado por Ertzaintza y Guardia Municipal ha funcionado, ofreciendo una contención en los delitos denunciados y un fuerte incremento de las detenciones, lo que evidencia que la policía ha hecho bien su trabajo».

Los hurtos copan el grueso de las denuncias, arrojando un total de 220 denuncias. En 2019 fueron 236 los delitos denunciados, mientras que en 2018 la cifra fue de 368. Los robos con intimidación o violencia se mantienen estables (17 denuncias), una más que en 2019 y las mismas que en 2018.

Ninguna denuncia por robo de vehículo

Los robos en interior de vehículos presentan un caso más que en 2019 (15 en 2022 frente a 14 e 2019) pero siete menos que en 2018 (22). Por el contrario, los robos de vehículos no han experimentado ninguna denuncia este año (fueron tres hace tres años y 7 hace cuatro).

Las agresiones a particulares han reflejado un incremento respecto a los datos de hace tres años. Así, se han registrado 18 denuncias, por 12 de 2019 y 13 en 2018. En este apartado están incluidas tres denuncias tramitadas por la Ertzaintza como intento de homicidio. También han subido las denuncias por resistencia o agresión a agentes de la autoridad (13), una tipología que en 2019 presentó 7 denuncias y en 2018, 8.

Las agresiones o malos tratos en el ámbito familiar también han aumentado, llegando a las 11 denuncias (en 2019 fueron 5 y el año anterior, 4). En este apartado se incluye la agresión con cuchillo a una mujer en el Paseo de Errondo durante la noche del sábado 13 de agosto, por la que su pareja ingresó en prisión.

Pinchazos y violencia sexual

En el apartado de los pinchazos, se han registrado finalmente dos denuncias formales, a pesar de que se han investigado varios casos más.

En el apartado de delitos contra la libertad sexual, no ha registrado ninguna denuncia por agresión sexual, una tipología que arrojó una denuncia en 2019 y dos en 2018.

En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, también se ha registrado un descenso: durante la semana pasada se presentaron dos denuncias (ambas por tocamientos), por tres en 2019 y cinco en 2018.