Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

John Wayne y la apache

Sacheen Littlefeather en la entrega de los Oscar.
Sacheen Littlefeather en la entrega de los Oscar. (NAIZ)

La actriz nativa Sacheen Littlefeather acepta las disculpas presentadas por la Academia de Hollywood con cincuenta años de retraso. Se va a celebrar un acto de reconciliación al que piensa acudir, porque está convencida a sus 75 años de que el arma más poderosa de su pueblo es la paciencia.

Ella habrá perdonado, pero también ha dejado que prevalezca la verdad, contando lo que realmente sucedió en el año 1973, cuando acudió en nombre de Marlon Brando a rechazar el Óscar que le había sido concedido al actor por ‘El Padrino’ (1972). Parte del auditorio no comprendió las razones de aquel acto reivindicativo que se sumaba a las protestas por la masacre histórica de Wounded Knee.

Aquella noche de infausta memoria, el vaquero John Wayne la echó a empujones del escenario y la agresión no llegó a más por la intervención de la seguridad, mientras hubo asistentes que le arrojaban los chuletones Tomahawk del catering entre burlas racistas.

Fue solo el inicio de la persecusión a aquella joven vestida con el traje ceremonial apache, a la que ya no le permitieron actuar dentro de la industria, por lo que dedicó su vida a crear una escuela nativa de artes escénicas para preparar a actores y actrices indígenas.

Y hoy es el día en que habla de un sueño hecho realidad, gracias a que al fin su voz va a ser escuchada en el museo de las artes y las ciencias cinematográficas de Los Angeles.