El pasado fin de semana, en plena operación de retorno, los precios de los carburantes volvían a marcar una subida en las gasolineras de Ipar Euskal Herria.

El precio de gasóleo se pagaba así de media a 11 céntimos más por litro (1,95 euros) mientras que el litro de la gasolina sin plomo (SP95-E 10) subía más ligeramente, en torno a un céntimo, fijando su precio medio en 1,74 euros por litro.

La subida llegaba en vísperas de que entre en vigor, el próximo jueves, 1 de setiembre, el aumento en el descuento aplicado por el Gobierno galo.

Esa rebaja de que se beneficiarán los automovilistas a la hora de llenar el depósito pasará de los 18 céntimos actuales a los 30 céntimos.

Se trata de una medida de corta duración, ya que solo se mantendrá esa rebaja especial hasta el 31 de octubre. Del 1 de noviembre y hasta fin de año la reducción se limitará a 10 céntimos/litro.

En todo caso, la rebaja especial en el carburante no será la única medida que se aplicará para suavizar los efectos de la inflación, del 6,1% en el hexágono. Se sumará así a otras decisiones adoptadas por el ejecutivo galo con el objetivo declarado de aliviar el costo de la vuelta de vacaciones.

Ingreso extra a perceptores de ayudas sociales

Al aumento del 4% en la ayuda que reciben las familias con hijas-hijos en edad escolar, que fue abonada en parte el 16 de agosto y que se completará este 1 de setiembre, hay que sumar una subvención única y excepcional de 100 euros por unidad familiar y 50 por cada uno de los hijos a cargo. Será abonada de forma automática el 15 de setiembre a las familias perceptoras de ayudas sociales.

Esa ayuda extra se abonará también a estudiantes universitarios que perciben la APL o ayuda para el pago del alojamiento y será compatible igualmente con la beca de estudios.

Dentro de la misma ley destinada a aliviar el fuerte impacto de la inflación -6,1% en julio- el Gobierno de Emmaniel Macron ya incluyó una subida del 4% tanto en el montante de las becas de estudios como en el de las pensiones de jubilación y las percepciones por discapacidad.

Una de las medidas que se adoptaron durante la pandemia en los comedores universitarios se mantendrá durante este curso.

El Ejecutivo trató de limpiar la mala imagen que implicaba la presencia de jóvenes estudiantes en las «colas del hambre» para recibir productos básicos de organizaciones caritativas creando una subvención especial: el menú de comida a 1 euro se mantendrá también este curso.

También se aceptará que los tickets restaurant que reciben muchos empleados en empresas que no disponen de un comedor propio sean utilizados excepcionalmente no ya para comer durante la jornada laboral sino para adquirir alimentos y abaratar así la cesta de la compra familiar.

3,8 millones de asalariados se benefician en el Estado francés de ese dispositivo que no es obligatorio pero que aplican muchas empresas a cambio de recibir exoneraciones fiscales.