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Viena

Europa quema más petróleo para producir electricidad en sustitución del gas ruso

El último informe mensual de la OPEP constata que en Europa se está dando un mayor uso del crudo para generar electricidad, un proceso muy contaminante y que no parece compatible con los planes de descarbonización de la UE.

El grupo francés Arc, dedicado a la fabricación de vajillas de cristal, ha anunciado que sustituirá parcialmente el gas por petróleo en sus hornos.
El grupo francés Arc, dedicado a la fabricación de vajillas de cristal, ha anunciado que sustituirá parcialmente el gas por petróleo en sus hornos. (Sameer Al-DOUMY | AFP)

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha ofrecido este martes una visión optimista sobre la evolución del sector al prever un «saludable» crecimiento del consumo hasta fines de 2023 y atribuir el reciente abaratamiento del crudo a «un estado esquizofrénico» entre los especuladores temerosos de una recesión y una caída de la demanda, como ha señalado Wanda Rudich para la agencia Efe.

En su informe mensual, la OPEP prevé que la demanda mundial de petróleo alcanzará una media de 100,3 y 102,73 millones de barriles diarios (mbd) este año y el próximo, respectivamente.

«El crecimiento (interanual) de la demanda mundial de petróleo en 2022 se mantuvo sin cambios con respecto a la evaluación del mes anterior, en un nivel saludable de 3,1 mbd», han señalado los analistas del cartel internacional.

Una nueva tendencia muy contaminante

Ese volumen incluye «la tendencia recientemente observada de crecimiento adicional» del crudo quemado «debido al cambio de combustible en la generación de energía», se indica en el informe.

En concreto, se refiere al mayor uso de crudo para generar electricidad, sobre todo en Europa, donde se sustituye así el gas que Rusia ha dejado de exportar hacia la UE a raíz de las sanciones impuestas por su invasión de Ucrania.

El uso directo del crudo o del fuelóleo pesado para la generación de energía en centrales termoeléctricas, como las que queman carbón, o en hornos industriales provoca altas emisiones de CO2, uno de los principales gases de efecto invernadero que favorecen el cambio climático.

Aunque esta forma de producir energía eléctrica es poco común en los países más desarrollados tecnológicamente, también la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado en su informe correspondiente a este mes de setiembre que se está extendiendo ante la escasez de gas en ciertos mercados.

Como la OPEP, la AIE prevé que este ‘nuevo’ uso del petróleo será uno de los factores que impulsarán al alza su demanda global en los próximos meses.