Los enfrentamientos se han vuelto frecuentes entre empleados de banca y clientes en Líbano, donde la moneda local ha perdido más del 90% de su valor y un 80% de la población ha caído en la pobreza desde el inicio de la crisis económica en 2019.

En uno de los cinco asaltos registrados este viernes, un hombre de 50 años, acompañado de su hijo, de unos 20, ha irrumpido en una sucursal del Byblos Bank en Ghaziyeh, al sur de Sidón, según han indicado a AFP una fuente policial y un guardia de seguridad que presenció el incidente.

El hombre amenazó a los empleados con un arma, que según un canal de televisión local sería falsa, y reclamó poder disponer de sus ahorros, congelados a causa del derrumbe del sector bancario y las consiguientes restricciones aplicadas por las entidades financieras a las retiradas de dinero.

«Vació un bidón de gasolina en el suelo y sembró el pánico en el banco», ha relatado el guardia de seguridad. El asaltante y su hijo fueron detenidos por las fuerzas policiales después de entregar a un familiar la suma recuperada: 19.000 dólares.

Durante esta jornada también ha habido tres atracos en Beirut y uno más en el sur del país.

Para tratamientos médicos

El miércoles se produjeron otros dos, uno en Aley, al noreste de Beirut, y otro en la capital, donde una joven de 28 años consiguió retirar 13.000 dólares para pagar el tratamiento de su hermana, enferma de cáncer. La joven se identificó como Sali Hafiz y emitió un video en directo del atraco en redes sociales.

El mes pasado, un cliente de otro banco fue aclamado por una multitud después de irrumpir en una oficina en Beirut y reclamar, fusil en mano, sus más de 200.000 dólares ahorrados para pagar los gastos de hospitalización de su padre.

Después de que el banco accediera a darle cerca de 30.000 dólares, se entregó a las autoridades, que no han actuado contra él judicialmente.