Julia es una joven madre soltera de dos criaturas que no termina de encontrar su lugar en cuanto a las relaciones sentimentales se refiere. ‘Girasoles silvestres’, dirigida por Jaime Rosales, ha abierto la competición por la Concha de Oro en Zinemaldia, y lo ha hecho a través de un catálogo de masculinidades que rodean a la protagonista –muy bien estructurada en la interpretación de Anna Castillo– en su vertiente más íntima. Se trata de Óscar, Marcos y Alex, encarnados por un espectacular Oriol Pla, Quim Ávila y Lluís Marqués, respectivamente, y que son reflejo, según ha señalado el propio director en rueda de prensa, de los diferentes ‘tipos de hombres’ que existen en la sociedad. Una mirada poliédrica a la masculinidad.
Es un recorrido personal de la protagonista en su aprendizaje en el ámbito sentimental ya que, según Rosales, el amor también es un recorrido de aprendizaje. «A lo largo de nuestra vida sentimental hemos tenido parejas muy diferentes, y esa diferencia responde a nuestra necesidad de aprendizaje. También hay un aprendizaje en el amor. Ese aprendizaje lo realizamos a través de la experiencia y probamos personas que son diferentes. Esa variación me interesaba. Me interesaban también estas tres psicologías asociadas a esas tipologías de hombre. Hay un hombre más primitivo (Óscar), un hombre en medio que en algunos aspectos es más evolucionado que el anterior pero está en un punto que no ha sabido asumir las resposabilidads (Marcos), y finalmente hay un hombre que sí que es un hombre más feminizado, moderno, evolucionado que sí asume las reposnsabilidades y las consecuencias».
Rosales ha estructurado su reparto con el mismo modus operandi que en otras películas. Es decir, ha buscado un «actor ancla», que le ha ayudado a armar el resto del casting. En este caso ha sido Oriol Pla, que ya ha trabajado con el director en otras ocasiones, y de ahí se fueron incorporando el resto de actores.
La película fue rodada en el mismo barrio de Barcelona donde creció Anna Castillo, por lo que el relato de la película resulta bastante familiar para la protagonista. Sin embargo, durante la presentación de la película ha realizado un alegato al feminismo. «Creo que hay algo del personaje que siempre he sentido cercano. Madres con una carga mental absoluta, que apartan sus necesidads, sus deseos, porque están solas, madres muy luchadoras, chicas muy jóvenes que viven en un sistema muy patriarcal, con masculinidades muy tóxicas. Rodamos en el barrio donde yo crecí, y siempre he sentido eso. Mujeres de mi familia, que conozco, madres que son muy jóvenes, que curran, que crían a sus hijos y que hacen lo que pueden. Yo estoy ahora entendiendo una maternidad mucho más feminista y está ocurriendo una deconstrucción en ese proceso», ha dicho.
Cabe mencionar la bestial interpretación del actor catalán, pues se mete en la piel del más arcaico –y violento– de los tres hombres que entablan una relación sentimental con la protagonista. «Es la única película que he sentido miedo de alguien. Era una escena que habíamos ensayado con Lluís, que tenía que hacerle frente... Oriol se había metido mucho en el papel, se había puesto muy cachas, y estaba muy enfadado, fuera de sí. Yo sentía que te podía pegar Lluís, y que me podía pegar a mí también», ha bromeado Rosales durante la rueda de prensa celebrada esta mañana en el Kursaal, y en el que han estado presentes todos los actores de la serie, incluido Manolo Solo, que interpreta al padre de la joven protagonista.