La presencia en Zinemira de la quinta experiencia en el formato corto de Estibaliz Urresola viene respaldada por el exitoso periplo que ha desarrollado en el circuito de festivales y en su listado de galardones recibidos, entre ellos el Rails d'Or, otorgado por miembros de la asociación ferroviaria Ceux du Rail a cortos y largometrajes proyectados en la Semana de la Crítica, sección paralela del festival de Cannes.

Es, además, el corto-puente que unió su anterior y no menos excelente corto ‘Polvo somos’ y el que supondrá su primer y muy esperado largometraje, ‘20.000 especies de abejas’.

A título personal, la cineasta de Laudio figura como una de las miradas más interesantes de una nueva hornada de autoras que comparten un gran talento y un discurso muy vanguardista y emocional. En su caso, Urresola se sirve de una gran calidez y mucha sensibilidad a la hora de retratar diversos paisaje humanos que, como en el caso de 'Cuerdas', nacen de una realidad muy cercana y silenciada.

El filme tiene su arranque en una coral de mujeres que debe afrontar la decisión de aceptar la ayuda de una empresa contaminante para garantizar su continuidad como formación. Sobre esta historia, la directora aborda diversas cuestiones en torno a la importancia de la cooperación, la sororidad, la salud y el cuidado de la vida.

Con esta base, la directora y guionista creó el personaje de ficción llamado ‘Rita’, la cual le permitió vehiculizar numerosos testimonios, detalles y casos reales que recogió mientras desarrollaba su filme.

Rita es encarnada por Begoña Suarez –presidenta de la asociación Meatzaldea Bizirik– que, con 91 años, ha debutado ante una cámara con pasmosa naturalidad. Sobre este personaje recae el peso de las emociones internas que impulsan su determinación a la hora de luchar contra sus dudas y necesidades de plantar cara a algo que la conmueve profundamente y que atenta contra sus principios.

‘Cuerdas’ es un fascinante drama en el que su directora ha sido capaz de mostrar sin subrayados gratuitos toda la fuerza telúrica que encierra su protagonista y lo hace mediante un estilo en el que la cámara parece no estar nunca presente.