Una discreta manifestación para pedir que el castellano sea lengua vehicular en el sistema educativo catalán ha recorrido este domingo las calles de Barcelona. Convocados por la plataforma Escuela de Todos, han sido solamente 2.800, según la Guardia Urbana, las personas que se han manifestado en la marcha en la que han participado dirigentes del PP, Ciudadanos y Vox.
Pese a la movilización de la derecha y extrema derecha españolas, los autobuses fletados desde diferentes puntos del Estado español, y la intensa campaña mediática de los últimos días, la marcha solo ha conseguido congregar a unos pocos miles de personas, muy lejos de las cifras que han facilitado los organizadores, que han asegurado que los asistentes a la manifestación ascendían a 200.000 personas.
Durante la movilización, que ha arrancado a las 12:30, muchos asistentes han ondeado banderas españolas y otros han sostenido pancartas con mensajes como ‘Ni lengua ni doctrina impuestas’, ‘Cataluña es España’, ‘Prohibir un hablar es prohibir dialogar’, ‘Libertad’ y ‘Stop indoctrinating children in catalan schools’, entre otros.
En la manifestación han participado la secretaria general del PP, Cuca Gamarra; el presidente de Vox, Santiago Abascal; la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas; el líder de la formación naranja en Catalunya, Carlos Carrizosa; el líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga; el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, y la presidenta de Valents, Eva Parera.
También han acudido la portavoz popular en el PE, Dolors Montserrat; la diputada del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo; el vicesecretario de Cs Edmundo Bal, y los líderes del PP y Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou y Luz Guitarte, respectivamente.
En el escenario, la presidenta de la organización S'ha Acabat!, Júlia Calvet, ha leído el manifiesto de ‘Escuela de Todos’, donde se ha criticado la «arrogante y permanente desobediencia» a la Constitución española y a las resoluciones de las que «hace gala» la Generalitat.
«Su oficialidad no es un capricho o una arbitrariedad», ha defendido la plataforma, que también ha destacado que siguen trabajando con «firmeza y convicción» en el «objetivo de poner fin a la marginación del español como lengua vehicular».