Según indica la fiscal en su escrito de acusación, la joven, de 23 años, el 4 de abril de 2019 salió de fiesta con sus amigas por la Alde Zaharra. Sobre las 2.30, sus amigas se fueron a casa y la dejaron sola en compañía de dos amigos.

Sobre las 5.30, agrega, la joven «se encontraba muy borracha, muy afectada por el alcohol, cayéndose al suelo y no pudiendo mantenerse recta de pie» y en ese momento se encontró con uno de los acusados, que se ofreció a llevarle a su casa, que era un edificio okupado de la calle Jarauta, en el que se cobijaban «multitud de personas y muchos de ellos son toxicómanos».

En el interior del edificio, junto a otros dos acusados, estuvieron consumiendo más alcohol y sustancias estupefacientes, de tal modo que el estado de la joven se agravó, «encontrándose de forma evidente y notoria, borracha y muy afectada por las drogas y el alcohol».

Los acusados, añade, conscientes del estado de embriaguez de la joven, «que era incapaz de prestar un consentimiento válido para mantener relaciones sexuales», ya que se encontraba con la conciencia y la voluntad anuladas o gravemente disminuidas, la desnudaron y mantuvieron relaciones sexuales con ella. Luego la llevaron a otra habitación, en la que estaba el cuarto acusado, donde ella permaneció durante mucho tiempo.

La fiscal subraya que la chica «se encontraba muy mal físicamente, sin fuerza, desganada, con una sensación de resaca y agotamiento muy intenso, sola, asustada, con desconocimiento de lo que había pasado con anterioridad, y estuvo en dicha habitación durante mucho tiempo», mientras el acusado jugaba a la consola, manipulaba marihuana y varias personas entraban y salían de la estancia.

Diversas agresiones

Durante ese tiempo, se expone en el escrito, «el acusado agredió físicamente a un chico en relación a deudas por sustancias estupefacientes, forzó sexualmente a otro por las mismas razones», sin que conste que este haya interpuesto denuncia, todo ello en presencia de la joven, que estaba muy asustada.

En un momento dado, apunta la fiscal, el acusado se dirigió a la joven, «que se encontraba muy asustada e intimidada, sola en un lugar extraño para ella, en muy mal estado físico y mental, sin capacidad para consentir relaciones sexuales debido a la ingesta de bebidas alcohólicas y drogas», y le dijo «ahora te toca a ti», tras lo cual la agredió sexualmente.

Más tarde, en compañía de otra joven que estaba en el edificio y que cuidó de ella, la chica logró salir a la calle hacia las 16.30 del día siguiente e irse a su casa.

Como consecuencia de estos hechos, la joven presenta un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático y en la actualidad está recibiendo tratamiento psicológico.

La fiscal imputa a los tres primeros acusados sendos delitos de abuso sexual con penetración y al cuarto, una agresión sexual con penetración. Por ello, solicita para los acusados penas que van de los 6 a los 9 años de prisión y la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de la víctima, así como al pago de 90.000 euros por el daño moral causado.