El CEO de Siemens Gamesa, Jocken Eickholt, ha mantenido este martes en Gasteiz un encuentro con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia. Una reunión que se produce en un momento en el que la compañía valora 2.900 despidos (el 10% de su plantilla), de los que algunos se darán en las plantas vascas de Zamudio y Sarriguren.

Fue a finales de setiembre cuando la compañía anunció dicha decisión, argumentando que era un paso a dar en la implantación de su nuevo modelo operativo, denominado Mistral, para dar «un giro a la compañía y asegurar su futuro sostenible». No aclaró exactamente dónde se darán los despidos, solo que en el Estado español habría uno 475.

La dirección de Siemnes Gamesa y representantes de los sindicatos CCOO, UGT y ELA celebraron el pasado jueves la primera reunión de la Mesa de Empleo, donde se fijó un calendario de reuniones, pero no se concretó nada más.

En la reunión de este martes entre Lakua y la dirección tampoco ha trascendido que se haya aclarado el alcance de dichos despidos. Según la agencia Efe, Eickholt se ha limitado a transmitir a Urkullu el «compromiso» de su compañía con la CAV y la «importancia que supone para la actividad de la compañía».

Según los datos de la compañía, las compras de Siemens Gamesa a proveedores de la CAV sumaron el pasado año 322 millones de euros, lo que los sitúa en primer lugar en el Estado, «con el 29% de las compras totales de la compañía a proveedores españoles».

Eickholt también ha tratado con el lehendakari y la consejera Tapia sobre la situación en la que se encuentra el sector energético, así como la industria eólica, y ha explicado el nuevo modelo operativo de la compañía denominado Mistral, con una estructura simplificada y más ágil.

Por su parte, fuentes del Gobierno de Lakua no han querido hacer valoraciones sobre la reunión, que se ha celebrado a petición de la empresa para explicar su situación en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

ELA ha reprochado en numerosas ocasiones la destrucción de empleo continua desde que se produjera la «mal llamada fusión» entre Siemens y Gamesa, una situación que se ha «agravado desde la OPA anunciada en junio por Siemens Energy».