Osasuna lleva más de un mes sin ganar y lo que por aquel entonces era felicidad y alabanzas se ha convertido en ese plazo de tiempo en un mar de dudas sobre el juego y la solidez del equipo.

La escuadra navarra ha vuelto a las andadas en su estadio –perdió frente a Getafe y Valencia–, algo que no puede repetir contra el Espanyol o, de lo contrario, los de Jagoba Arrasate van a acabar con un mal sabor de boca y metidos en problemas en el tramo liguero previo al parón mundialista.

Tendrá que aparcar el conjunto rojillo la permisividad que ha venido ofreciendo a sus rivales en forma de goles fáciles, penaltis y tarjetas rojas para volver a recuperar la autoestima ante su público.

El duelo ante los periquitos, para el que el técnico de Berriatua no ha contado con excesivo margen de preparación, debería ser el punto de inflexión de ese cambio de dinámica, en una semana de doble duelo ante rivales directos en la lucha por el mismo objetivo.

Lo cargado del calendario y la pobre imagen ofrecida en el Ciutat de València anima a pensar que el míster osasunista tirará de vestuario para renovar el bloque con vistas a mejorar el rendimiento.

Lo que parece claro es que Unai García retornará al eje de la zaga, una vez cumplida su sanción, pero también aparecen otros nombres, como Aimar, Rubén García, Budimir, Abde e incluso Pablo Ibáñez para oxigenar el once.

El Espanyol, que se encuentra a dos puntos del descenso, llega en un buen tono a El Sadar, después de vencer al Valladolid, impulsado por las siete dianas que hasta el momento ha anotado el exbabazorro Joselu, quien no sabe lo que es celebrar un gol frente a Osasuna.

Es el potencial ofensivo espanyolista lo que más se teme en Iruñea, donde regresará un viejo conocido de la afición, Diego Martínez. El problema periquito es que encaja más que marca –16 goles contra 12–, un déficit que intentará explotar el equipo rojillo.

El cuadro catalán recupera a Braithwaite tras cumplir su castigo, pero no dispondrá de los lesionados Gori, Rubén Sánchez y Pedrosa. Los cinco últimos duelos entre Osasuna y Espanyol en El Sadar arrojan un balance equilibrado: dos triunfos locales, otros tantos visitantes y un empate.

Arrasate: «Los rivales han explotado nuestras debilidades»

Arrasate ha admitido que «los rivales han explotado esas debilidades nuestras y es verdad que hemos estado por debajo de nuestro nivel. Soy el primero que no estuve acertado», ha hecho autocrítica el preparador vizcaino.

«Contra el Valencia estuvimos muy mal a nivel técnico y contra el Villarreal no acertamos ni con el plan de partido», ha consentido. Para remediarlo, será necesario «recuperar aquello que estábamos haciendo bien».

El de Berriatua ha pedido ayuda a los aficionados, aún a sabiendas de que pueden estar «enfadados» por los últimos encuentros. «Saben que es un partido importante y que, si lo sacamos, nos ponemos en una situación muy buena», ha indicado.

En todo caso, también ha comentado que «tenemos que saber relativizar las cosas. Ni hace un mes éramos buenísimos, ni ahora somos malos. Hay que desdramatizar, pero eso no quiere decir que no hagamos autocrítica», ha subrayado.

De su inminente rival, ha advertido de que viene «con buena dinámica», gracias a «su gran volumen ofensivo», lo que obliga a ponerse «en la frecuencia» de los periquitos.