«Tienes que ser tú mismo para que tu mensaje llegue, y para eso hay muchos caminos. Hay entrenadores más vehementes y otros más calmados, y no hay un método que valga más que otro, sino que eso: que seas tú mismo».
Allá por 2020, en pleno confinamiento, Joan Peñarroya dejó esta sentencia en vísperas de que su equipo, el San Pablo Burgos, alcanzara las semifinales de la Liga ACB en la «burbuja» de Valencia y que, meses más tarde, consiguiera en Atenas –con el mismísimo Giannis Antetokounmpo en las gradas del OAKA– la FICHA Champions League con el conjunto castellano. Amén de su pintoresco taco «¡La Puta de Oros!» –fruto de sus horas de jugar a cartas con su padre y su abuelo–, el técnico de Tarrassa demostraba que sus equipos, con problemas e imperfecciones, funcionan, y sobre todo, creen en su entrenador.
«No vamos a engañarnos ahora. Cuando empezó la Euroliga en nosotros no creía ni el tato», declaraba el miércoles por la noche el hoy técnico de Saski Baskonia después del derrotar al Estrella Roja de Belgrado por 92-75, luego de encestar 19 triples –récord absoluto del Baskonia en competición continental– y que Markus Howard se fuera nuevamente hasta los 30 puntos.
Desde la campaña 2008/09 que los gasteiztarras no arrancaban con 3-0 en la Euroliga, en vísperas de que llegue el primer coco de verdad en competición europea, este viernes a las 20.30: el Olympiacos de Georgios Bartzokas, que después de ganar por 87-89 en la pista del Real Madrid asume otro de los «clásicos» de la Euroliga con un 3-0 en su casillero.
No conviene olvidar que Estrella Roja de Belgrado dominó durante más de media parte, como tampoco hay que olvidar que Partizan de Belgrado se quedó a un tiro libre fallado de Nunnally de ganar una semana antes en el Buesa Arena. No es que los árboles no deben tapar el bosque, sino que este Saski Baskonia, por mucho que transmita, que lo hace, tiene mucho margen de mejora.
«Hemos mejorado a partir del descanso, cuando hemos dejado de cometer errores estúpidos», confesó Joan Peñarroya en la sala de prensa, admitiendo que «el caballo corre y gusta. Jugamos un baloncesto dinámico sin especular, pero lo importante es que no perdamos la perspectiva», recordó, en buena medida porque en la primera mitad «estábamos metiendo y estábamos perdiendo».
Lección de experiencia
Olympiacos tuvo un partído durísimo en ekl WIZink Center de Madrid, amén de que jugó más tarde y tiene en su contra la necesidad de hacer un corto desplazamiento hasta Gasteiz. Y sin embargo, la escuadra del Pireo apunta a ser la gran primera piedra de toque en esta Euroliga, parecida a enfrentarse al Barça en el Palau Blaugrana en la Liga ACB. En aquella ocasión, Saski Baskonia realizó una muy buena primera mitad, pero se quedó sin respuesta cuando el conjunto catalán elevó sus prestaciones físicas.
Y sin apelar tanto al físico como a la experiencia, Joan Peñarroya quiso advertir que frente a los de Bartzokas tocará ir con los apuntes bien repasados. «El viernes nos enfrentamos con un equipo con un máster en experiencia».
Olympiacos ha mantenido buena parte de su bloque del año pasado, con el añadido del ex del CSKA Joel Bolomboy y el exbaskonista Alec Peters, un Peters que tuvo poco protagonismo el miércoles ya que Sasha Vezenkov, con 23 puntos y 12 rebotes, fue el gran protagonista del partido junto con Sloukas, erigido definitivamente en el alma de la escuadra del Pireo.
El gigantón Moustapha Fall, medalla de plata en el reciente Eurobasket, o Tarik Black conforman un juego interior que fue capaz de ganar la pelea por el rebote al Real Madrid, al tiempo que suplió su pobre 6 de 28 en triples con 18 asistencias repartidas por hasta siete jugadores, aunque fueron Thomas Walkup y Sloukas los principales encargados de repartir juego.
Claro está que si Saski Baskonia vuelve a arrimarse a los 19 triples anotados y Olympiacos no mejora ese registro desde lejos –puestos a pedir–, la victoria estará más cerca. Pero, fiel a su estilo, Joan Peñarroya ya advertía la noche del miércoles que «tenemos nuestro estilo y tenemos que ser capaces de jugar a otra cosa porque llegará el día en que no metamos canastas y caerán hostias como panes».
«El compromiso del equipo es la mejor noticia», insistía el técnico catalán, al avisar de los problemas físicos de Darius Thompson y de que Matt Costello se aprestó a ajugar a pesar de que su esposa tuvo que ser ingresada en el hospital ya que está a punto de dar a luz.
En ese sentido, la naturalidad, así en el juego como en las explicaciones, es lo que prima en este Saski Baskonia que sabe lo que es perder en la Liga ACB y que debe ser consciente que quizá este viernes por la noche ya haya consumado su primera derrota, lo cual tampoco debiera ser un drama, caso de suceder.
Ya el Baskonia de la campaña 2008/09 perdió contra pronóstico en la cuarta jornada ante la Lotomatica de Roma, en la que militaba un jovencísimo Brandon Jennings, más tarde estrella de la NBA que prefirió pasarse un año en la Euroliga antes de dar el salto a la NBA, en una decisión un poco estrafalaria de su ya de por sí estrafalaria carrera. Pese a todo, aquel 90-93 mucho más inesperado que si Olympiacosa se impone el viernes, fue el partidazo del escolta esloveno Sani Becirovic ya lastradísimo por las lesiones, así como de su compatriota, el pívot Primoz Brezec, que fueron, junto con Jennings y demás –hasta cinco jugadores se fueron a los 11 puntos o más– hasta superar por 90-93 a aquel Baskonia que peleó hasta el final con los 23 puntos de Rakocevic, los 16 de Will McDonald y los 15 de Splitter y Teletovic.
Lo mejor de aquel partido fue que las gradas –mucho antes de la ampliación que lleva al Buesa Arena a albergar a 15.500 espectadores– estuvieron casi llenas, con 9.100 personas. Una cifra así, y no los 6.000 que vieron el partido ante Estrella roja el miércoles, es lo que precisaría Saski Baskonia para hacer de su arranque de Euroliga algo ideal, por encima incluso de un resultado puntual.
Cambios de horario
Por otro lado, la Liga ACB ha avisado que el derbi del Bilbao Arena entre Bilbao Basket y Saski Baskonia del domingo 30 de este mes de octubre se va retrasar una hora, por lo mque no dará comienzo hasta las 21.00.
Asimismo, el duelo que los gasteiztarras van a disputar el domingo 6 de noviembre contra el Betis, pasará a disputarse a las 17.00 y no a las 20.00 como estaba programado.