El Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), a través de la agencia Firat, ha afirmado recientemente que en septiembre y octubre 16 guerrilleros kurdos han muerto por ataques con armas químicas en las zonas del Kurdistán iraquí, donde el Ejército turco combate contra posiciones del PKK.
La agencia difundió un vídeo que mostraba a dos guerrilleros supuestamente víctimas de un ataque químico: una mujer aparentemente delirando entre risas y un hombre inconsciente con fuertes temblores.
Además, el 12 de octubre pasado, la rama alemana de la organización internacional Médicos por la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) publicó un informe con numerosos testimonios de miembros del PKK respecto al supuesto uso de armas químicas, aunque subrayando que no dispone de pruebas concluyentes.
Supuestamente, las Fuerzas Armadas turcas utilizan gas o incluso simple humo de combustión de materiales para «fumigar» los sistemas de túneles y cuevas que conforman las posiciones y refugios del PKK en la montañosa zona del norte de Irak.
La presidenta de la Unión de Médicos de Turquía (TTB), Sebnem Korur Fincanci, afirmó este miércoles a la televisión online kurda Medya Haber que, tras ver y examinar las citadas imágenes en redes sociales, «podría tratarse de un gas tóxico, un gas químico o un veneno, que afecta directamente al sistema nervioso» y reclamó una investigación independiente «para establecer la responsabilidad de los Estados que utilizan este tipo de armas», prohibidas en el campo de batalla, recordó.
La Fiscalía General de Ankara anunció ayer que había iniciado una investigación contra Fincanci. Contactada por la agencia AFP, la presidenta de la TTB ha afirmado haber reivindicado simplemente una «investigación efectiva". «Pero en su lugar, han abierto una investigación contra mí», ha respondido. «No es de extrañar. A través de mí, intimidan a la sociedad», ha agregado.
El exdirigente de la formación izquierdista y prokurda Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Selahattin Demirtas, encarcelado desde 2016, ha pedido por su parte que una «delegación internacional independiente vaya a la región para investigar». «El Parlamento y la oposición no pueden permanecer en silencio frente a estas imágenes. Silenciarlos es aprobar el crimen», ha añadido en un twit publicado en su nombre.
Ya el martes, el HDP publicó un manifiesto pidiendo a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que investigue las acusaciones, pero el miércoles, el organismo señaló en su cuenta en Twitter que tal investigación solo puede hacerse por petición de un Estado miembro.
La organización de Médicos Internacionales para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW), que envió una misión al Kurdistán iraquí a finales de septiembre, también mencionó en un informe «pruebas indirectas de posibles violaciones de la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas».
«El material encontrado cerca de una zona abandonada por el ejército turco incluía contenedores de ácido clorhídrico e hipoclorito de sodio, que podrían haber sido utilizados para producir cloro, un agente de guerra química clásica», escriben los autores del informe.
Estos médicos también han pedido la creación de una misión internacional con observación de la OPAQ o del Secretario General de la ONU.
Turquía lo niega
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha rechazado de forma contundente este viernes la acusación de que el Ejército turco utilice armas químicas contra el PKK. «Hasta hoy, nuestras fuerzas armadas no han cometido un pecado como el empleo de armas químicas», ha dicho Erdogan a la prensa en el avión en el que regresó anoche de Azerbaiyán, según informa el diario ‘Hürriyet’.
«No es la primera vez que nos lanzan esa difamación. Son impertinentes, no tienen escrúpulos. Tiran barro contra nuestras fuerzas armadas porque dicen: calumnia, que algo queda; ese es el principal lema de estos comunistas», ha explicado Erdogan.