Eran unos minutos después de las 10 de la mañana y una docena de miembros de la plataforma Iniciativa por la Libertad de Pablo González levantaban carteles con la foto del periodista vasco detenido en Polonia desde febrero, pidiendo “#Free Pablo” y recordando que este martes es el Día Europeo de la Justicia.
«En este momento, Pablo está secuestrado, está en una situación parecida a la de los detenidos en Guantánamo por Estados Unidos, violándose leyes internacionales y europeas», ha dicho ante los medios presentes el periodista Javier Sáenz Munilla, portavoz del evento.
La convocatoria tenía como objetivo dar a conocer que se entregó un documento al Ministerio de Asuntos Exteriores pidiéndole al ministro José Manuel Albares por carta que dé «una aclaración pública sobre este caso» y que además la cartera que conduce «intervenga para que se respeten los derechos fundamentales» de González, quien está detenido en la cárcel de Rzeszów (sur de Polonia y a 100 kms de la frontera con Ucrania) de manera provisional y sin poder comunicarse con su familia ni con su abogado español.
«Venimos a pedirle al ministro del gobierno supuestamente más progresista de la historia de España que haga su trabajo»
El documento está firmado por 150 juristas y periodistas y en él se destaca que «resulta inconcebible» que Asuntos Exteriores «no se esté implicando en la defensa de los derechos de un ciudadano español, cuya doble nacionalidad rusa y española no puede de ningún modo justificar la falta de respeto del derecho internacional y comunitario».
«Nuestro compañero está detenido en formas muy poco jurídicas en Polonia desde el 28 de febrero y con el temor de que esa detención se siga ampliando cada tres meses, que es lo que está haciendo ahora la Fiscalía. Venimos a pedirle al ministro de Exteriores del gobierno supuestamente más progresista de la historia de España que haga su trabajo, que es defender a un ciudadano español y europeo al que le están siendo violados sus derechos», ha enfatizado Sáenz Munilla. Y ha insistido en que «se le respeten los derechos procesales».
La periodista y escritora Teresa Aranguren Amézola también ha hablado con los medios y ha recalcado la «curiosa coincidencia» de que «hoy sea el Día Europeo de la Justicia», ya que «lo que le está ocurriendo al compañero Pablo González es una cuestión de libertad de prensa, de información y de garantías democráticas, de esos valores de los que Europa suele hacer gala de defender y de ser espacio de libertad. Todo esto está siendo violado en el caso de Pablo».
«Hay que preguntarse por qué hay ese silencio con respecto a lo que le está ocurriendo a un compatriota y ciudadano europeo. Por qué hay tantos españoles que no saben que tienen un compatriota detenido en Polonia bajo un régimen de extrema crueldad, nueve meses sin poder hablar con sus hijos telefónicamente», ha señalado. De hecho, su pareja, Oihana Goiriena, ha informado públicamente que su única comunicación es por carta y no habla telefónicamente siquiera con él desde febrero.
En tanto, la abogada Begoña Lalana, miembro de la plataforma No Somos Delito, que lucha contra la Ley Mordaza, ha afirmado que «la justicia es una hermosa palabra pero sólo sirve cuando es efectiva; en el caso de Pablo no lo está siendo».
Ha recordado que el periodista vasco «está en prisión sin conocer la acusación que pesa sobre él, y fue detenido cuando estaba realizando su trabajo de periodista». «Consideramos que hay una falta de garantías para Pablo, que no tiene garantizada su defensa, ni el derecho a conocer la acusación, que no tiene acceso a su familia y defensa de forma regular, cuando en la UE tenemos mecanismos de cooperación judicial que permitirán que Pablo esperara en España su proceso y compareciera con quien hiciera falta. Venimos a pedir a las autoridades españolas que defiendan el acceso a la justicia que se está negando», ha enfatizado.
Perspectivas futuras
Hace tres semanas, el Tribunal de Apelaciones de Rzeszów rechazó el recurso contra la prórroga de tres meses de prisión provisional, de manera que deberá permanecer detenido al menos hasta el 28 de noviembre. No obstante, su detención podría prorrogarse otros tres meses más y según la ley polaca, está sujeto a tener encarcelamiento provisional hasta dos años. En aquella oportunidad cuando se conoció la decisión del Tribunal, su abogado asignado en Polonia, Bartosz Rogala, explicó: «El juez compartió parcialmente mis argumentos, pero decidió mantener la prórroga del arresto».
Fuentes de la plataforma para liberar a González han respondido ante la pregunta de NAIZ que Exteriores no ha tenido tampoco ninguna comunicación informal con ellos sobre la situación del periodista y han comentado que un alto cargo de la judicatura española les dijo fuera de micrófono que en su opinión González «difícilmente sea liberado antes que acabe la guerra». Añadió que es probable que las investigaciones que realizaba en Polonia sobre el trato que se le daba a los refugiados ucranianos (con posibles responsabilidades políticas del gobierno y las fuerzas de seguridad de aquel país) sean un factor no desdeñable en el maltrato que sufre el detenido.