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La CE elude cambios drásticos en emisiones para diésel y gasolina antes de vetarlos

Bruselas propone revisar los límites de emisiones contaminantes de los vehículos para que los cambios sean menores en los topes para las emisiones. Recalca el compromiso de la industria para hacer «todo lo posible» para lograr ponerle fin a la combustión en 2035.

Contaminación en Lyon, en una imagen de archivo.
Contaminación en Lyon, en una imagen de archivo. (Philippe DESMAZES | AFP)

La Comisión Europea (CE) ha propuesto este jueves revisar los límites de emisiones contaminantes de los vehículos (Euro 7), de modo que los cambios sean menores en los topes para las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOX) y otras partículas en los motores de diésel y gasolina. Un gesto que Bruselas explica en que la industria debe centrar sus esfuerzos inversores en la electrificación para cumplir con la prohibición de comercializar partir de 2035 vehículos de combustión e híbridos en la UE.

«Hubo escenarios más ambiciosos, hemos elegido este. No se trata de un arbitraje político sino de que estamos todos en la misma lucha contra el cambio climático, hay un compromiso fuerte de poner fin a la combustión en 2035 y hay que ayudar a la industria a hacer todo lo posible para lograrlo», ha indicado el comisario de Industria, Thierry Breton, en una rueda de prensa en la capital europea.

Fuentes comunitarias explican que la revisión ha tenido en cuenta que la industria está ya comprometida con la electrificación y otras innovaciones para cumplir con el objetivo a largo plazo de cero emisiones contaminantes que exigen importantes inversiones, por lo que en este caso querían basar los cambios en «tecnologías ya existentes» pero poco utilizadas para reducir el impacto medioambiental de los vehículos.

Los cambios propuestos por Bruselas, no obstante, sí aboga por estándares más severos para reducir las emisiones de partículas producidas por los frenos de los turismos y por el desgaste de los neumáticos de los vehículos en general, incluido el coche eléctrico.

No en vano, la nueva norma, cuya forma definitiva deben aún negociar Eurocámara y Consejo, tendrá efecto sobre todos los vehículos de gasolina y gasóleo, incluidos coches, furgonetas, camiones y autobuses.

La propuesta de CE

Así, para los turismos y furgonetas, la propuesta toma como punto de referencia el tope más estricto en vigor con el Euro 6 y plantea generalizarlo a todas las tecnologías, de modo que, por ejemplo, si hasta ahora se fijaba un límite de 60 mg/km para automóviles de gasolina y 80 mg/km para diésel, ahora se propone que quede acotado a un máximo de 60 mg/km para todos los casos a partir de 2025.

El comisario ha explicado en este sentido que aunque el coche eléctrico es más «limpio», también es un «40% más pesado» que los vehículos tradicionales y ello repercute en un mayor desgaste de frenos y neumáticos, que, por tanto, emitirán más partículas nocivas para la calidad del aire.

El Ejecutivo comunitario basa su propuesta en tres pilares: la mejora de la calidad del aire en toda la Unión Europea, que la reforma se plantee a largo plazo y se pueda adaptar a los cambios tecnológicos y también que sea una revisión «asequible» para fabricantes y consumidores.

Breton ha defendido que la reforma reducirá también la burocracia para los fabricantes y simplificará los test para hacerlos más efectivos, al tiempo que ha defendido el valor del Euro 7 a pesar de que su aplicación prevista sea de diez años en la Unión Europea (2025-2035).