Sin llegar a la creciente tendencia foránea de películas navideñas políticamente incorrectas, “Reyes contra Santa” (2022) es una simple manifestación de la realidad contemporánea con respecto a la evolucionada tradición de las fiestas navideñas. Como novedad quiere reunir un catálogo bastante completo de la gran cantidad de mitos navideños existentes a lo largo y ancho del planeta Tierra. Como consecuencia de todo ello los Reyes Magos han perdido su hegemonía en el Estado español, debido a la libertad de culto religioso que está acabando con el monopolio católico.
En el título no caben todos, pero bien podría haber sido... contra Santa y todos los demás. Karra Elejalde hace del rey Melchor, David Verdaguer del rey Gaspar y Matías Janick de Baltasar. Su némesis o rival principal es el Santa Claus interpretado por Andrés Almeida, pero también hay que sumar a la lista a Josean Bengoetxea como Olentzero, a José Antonio Tíscar como el Caga Tió catalán, y a la ucraniana y televisiva Karina Kolokolchykova como la Snegurochka o Doncella de las Nieves rusa. Aquí no se margina a nadie, y la representación no puede ser más nutrida.
Estamos ante una producción con efectos especiales para crear la ilusión de las transformaciones o los viajes espaciotemporales. Todo el relato juega con los constrastes entre el mundo mágico del que procede el trío protagonista y el mundo real. La comicidad también juega con dicho choque, y así el rey Gaspar se enamora en el lado terrenal de la joven encarnada por Eva Ugarte.
El humor es muy blanco, por no decir infantil. Los Reyes acuden de incógnito a la misma pensión todos los años, antes de comenzar su tarea nocturna, y también participan en un congreso mundial de la C.H.U.S.M.A. (Comité de Hermandades Universales de Seres Mágicos y Asombrosos). No se le ocurre ni a J.K. Rowling.