El Consejo de la Seguridad de Irán, que opera bajo el control del ministro del Interior, Ahmad Vahidí, ha dicho en un comunicado que más de 200 personas han muerto en las protestas en la República Islámica que empezaron el 16 de setiembre, después de que la joven Mahsa Amini, arrestada por llevar supuestamente mal puesto el velo, muriera bajo custodia policial.
Esta es la primera vez desde el comienzo de las protestas que Irán publica cifras oficiales de los muertos.
Oenegés extranjeras, como Iran Human Rights, con sede en Oslo, sitúan el número de muertos en 448 en la fuerte represión policial.
Además, al menos 2.000 personas han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las mismas, de las que seis han sido condenadas a muerte hasta ahora.
Nuevos llamamientos
«En cuanto a los manifestantes, la República Islámica de Irán los ha tratado con la máxima tolerancia» pero «el plan del enemigo para la continuación de los disturbios y la paciencia estratégica del sistema» ha provocado grandes daños, añade el comunicado del Consejo, que se publica en medio de unos nuevos llamamientos a protestas en contra del sistema para la próxima semana, el 5, 6 y 7 de diciembre, que se ha hecho viral en las redes sociales.
Eel Consejo de la Seguridad advierte de que «actuará de modo más decisivo» y «las fuerzas de seguridad y de policía con toda su fuerza y determinación no permitirán más que algunos perturbadores con el apoyo de agencias de inteligencia extranjeras pongan en peligro la seguridad pública de la sociedad».