El mejor homenaje póstumo que se le podía hacer a Sempé, fallecido tres meses después del estreno de la película en el festival de Cannes, es esta animación en la que su famoso personaje conversa con el dibujante y con el guionista Goscinny, ya que se les aparece en el estudio mientras el uno dibuja y el otro se sienta ante la máquina de escribir. De este modo la naturalidad de las aventuras del revoltoso niño conecta con la personalidad de sus creadores, que cuentan cómo se conocieron y otras singulares anécdotas.

Laurent Tirard había hecho dos adaptaciones de imagen real con ‘El pequeño Nicolas’ (2009) y ‘Las vacaciones del pequeño Nicolas’ (2014), pero este nuevo trabajo de animación captura mucho mejor la esencia de la creación de finales de los años 50, desarrollada durante los 60, en todo su universo naïf. Son acuarelas llenas del encanto original, con la magia genuina del 2D. Se puede hablar de un trabajo puramente artesanal.

‘El pequeño Nicolas’ (2022) triunfó en el festival de Annecy como Mejor Película, y es difícil saber cómo será recibida por el público infantil actual, pero para el adulto resulta emocionante en la medida en que revive un sentido del juego de lo más analógico.