Nerea Lauzirika

«Mi hijo necesita acompañante; no puede ser un lujo que dependa de la capacidad económica»

Juan Ramón Izarra pide que se otorguen ayudas económicas a aquellos que tienen que acompañar a algún enfermo mientras recibe el tratamiento lejos de su domicilio. Su hijo padece una enfermedad rara y ha tenido que ser operado en Madrid.

Juan Ramon Izarra pide que se le reconozca como acompañante de su hijo mientras está hospitalizado.
Juan Ramon Izarra pide que se le reconozca como acompañante de su hijo mientras está hospitalizado. (Raul BOGAJO | FOKU)

Juan Ramón Izarra tiene un hijo que sufre una enfermedad rara grave. La cirugía que requiere es muy especializada y ha tenido que ser operado en Madrid, en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, a más de 350 kilómetros de su domicilio en Araba. Izarra denuncia que su hijo tiene reconocidas ayudas económicas que ascienden hasta los 60 euros diarios para hospedaje y manutención, pero a él como acompañante no le corresponde ningún tipo de compensación.

«Mi hijo, estando en el hospital, no hace ningún gasto, pero yo soy el que tiene que pagar hotel y demás, y no recibo ninguna prestación», explica. Y añade que la ayuda que recibe su hijo no cubre ni de lejos el gasto que supone la estancia, que la última vez se alargó por dos meses.

Se muestra enfadado además por los trámites que ha tenido que realizar para que se le conceda esta ayuda: «Si no te peleas, no te hacen caso». Añade que hay gente a la que le correspondería la partida que recibió su hijo, pero que no se informa debidamente y, por lo tanto, no la reclaman, y «así parece que no hace falta».

Su petición va más allá: «No se reconoce que mi hijo necesite un acompañante, aunque sí que le hace falta». Izarra explica que carece de sentido considerar que un enfermo de estas características, al que le han tenido que sustituir la aorta por una prótesis, pueda estar ingresado durante meses sin ningún acompañante.

Para algunas familias es imposible realizar el desembolso que el traslado a Madrid ha supuesto para Izarra y sus allegados: «Esto no puede ser un lujo que dependa de la capacidad económica de cada uno, el lugar donde reside el paciente o el criterio arbitrario de quien decide sobre esto en cada comunidad». Izarra resume que la situación es «cruel e injusta» y se muestra preocupado por el resto de familias que tienen un problema similar al suyo.

Esta preocupación le llevó a iniciar una recogida de firmas a través Change.org hace un par de años, en un intento de dar a conocer su realidad y la de otros muchos, y conseguir así sensibilizar al conjunto de la sociedad. También ha recurrido a los tribunales para reclamar que la ayuda que ha recibido su hijo ascienda a la cantidad que han justificado necesitar para cubrir los gastos, ya que «se rigen por una directriz interna de 2007 y desde entonces la vida se ha encarecido mucho».

Implicación de Lakua

Izarra añade que las directrices según las cuales se conceden o no ayudas varían de un herrialde a otro, y considera que esto hace aún más injusta e incomprensible la situación. Señala que la solución pasa por la implicación del Gobierno de Lakua en el asunto, para unificar criterios y reconocer la figura del acompañante en caso de enfermedad grave del paciente.

Reclama, por lo tanto, que quienes tienen autoridad en la materia se interesen por buscar una solución: «El Gobierno Vasco no puede ignorar nuestra solicitud y seguir obstaculizando el acceso transparente a las ayudas económicas que solicitan las familias afectadas».