El diseñador guipuzcoano afincado en la localidad bretona de Portsall Paco Rabanne ha muerto a los 88 años de edad, según ha confirmado este viernes en un comunicado el grupo Puig, con el que el diseñador mantenía una estrecha colaboración desde finales de los años 60.
Aunque nació en Pasaia en febrero de 1934, la guerra marcó a la familia, que se vio obligada a huir al Estado francés cuando el diseñador apenas tenía cinco años. Su padre fue un mando republicano al que capturaron primero y ejecutaron después, en Santoña; su madre fue costurera para Balenciaga.
Vivieron primero en Morlaix, y posteriormente en Les Sables-d'Olonne. Rabanne se formó en arquitectura, que estudió en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París. Rápidamente, se introdujo en el mundo de la moda dada la influencia que sobre él ejerció la profesión madre.
Con apenas 30 años, en 1963, presentó su primera colección de trajes, en la que mezcló materiales como el plástico, el papel o el aluminio. La arquitectura siempre tuvo relevancia en sus creaciones. Y a partir de entonces, creó y creó hasta tejer un imperio en el mundo de la moda, que abarcó desde la alta costura, la confección y los perfumes.
«No todo el mundo puede ser una estrella. Hay que ser muy listo (...) Lo esencial es que hablen de ti, diferenciarse de los otros. No copiar nunca», aseguraba.
Se movía como pez en el agua dentro de una concepción totalmente vanguardista de la moda que se sumaba a sí a los avances tecnológicos o a la era espacial.
De esa época inicial destacan el vestido de placas de metal que la cantante francesa Françoise Hardy hizo famoso en 1968, los exuberantes trajes que la actriz Jane Fonda lució en la película de ciencia ficción ‘Barbarella’ (1967) o varias colecciones «todo de plástico» de 1967 y 1968.
Solo hay un Rabanne
Según la nota en la que el grupo Puig ha informado del deceso, Paco Rabanne hizo magnética la transgresión. «¿Quién más podría inducir a las elegantes mujeres parisinas al clamor por vestidos hechos de plástico y metal?». Lo distinguía «ese espíritu radical y rebelde». Y concluyen: solo hay un Rabanne.
Con su fallecimiento, el grupo empresarial ha querido recordar «su enorme influencia en la moda contemporánea, un espíritu que perdura en la Maison que lleva su nombre», ha declarado Jose Manuel Albesa, presidente de la división Beauty and Fashion de Puig.
A su vez, ha rememorado el «importante papel» que Rabanne jugó en la historia y éxitos de la compañía de moda y belleza, con fragancias como ‘Paco Rabanne pour Homme’ y ‘1 Million’.
«Rabanne seguirá siendo una importante fuente de inspiración para los equipos de moda y fragancias» de la firma, ha confirmado por su parte su presidente ejecutivo, Marc Puig.
A finales del siglo pasado, poco antes de abandonar su labor de modisto, creó gran polémica al augurar que la estación rusa Mir caería sobre París, siguiendo una interpretación personal de las profecías de Nostradamus.
Muchas voces lo han catalogado ya este viernes en que se ha conocido su muerte como «una de las figuras más trascendentes del siglo XX», agregando que «su huella se mantendrá como fuente de inspiración constante».
A pocos días de su próximo cumpleaños, fallecía, por causas que se desconoce, al borde del mar que poseía en Finisterre, donde se refugió junto a su familia en febrero de 1939, desde cuando nutrió un gran amor por esas tierras.
Excéntrico hasta el final, en los últimos años se alejó de los medios de comunicación y se centró en una vida sencilla en Bretaña.