La confusa crisis sanitaria en Nafarroa parece que comienza a despejarse, aunque las posturas de Gobierno y Sindicato Médico (SMN) tras cumplirse la primera semana de huelga siguen muy distantes. Sus puntos de vista parecen, a día de hoy, irreconciliables. Lo que facilita que la solución pueda llegar en foros distintos.
El Sindicato Médico ha cambiado su estrategia y, en una nueva contraoferta, abandona la exigencia del fin de la exclusividad y la modificación presupuestaria. Son temas que ahora propone abordar a posteriori, con la huelga ya desconvocada.
Sin embargo, para poder justificar a estas renuncias sin que parezca comienza a dar el brazo a torcer, el SMN eleva su exigencia de mejora salarial. Antes demandaba una subida de mil euros en dos años (500 euros en 2023 y otros 500 en 2024) y ahora quiere la subida salarial inmediata, es decir, que los mil euros mensuales lleguen ya en 2023.
Este sindicato pretende que el Gobierno le conteste rápidamente, pues tiene convocadas asambleas de facultativos miércoles, jueves y viernes. Podría llevar a ese foro la oferta y, en su caso, desconvocar. Pero el Gobierno se cierra a seguir este juego y opta por desacreditar a su interlocutor. El director general de Salud, Carlos Artundo, ha sostenido ayer que la posición que han adoptado en el SMN no es «razonable» y ha acusado al sindicato gremial de no ser un «interlocutor serio».
Que el Gobierno cargue abiertamente contra la dirección del SMN coincide con avances en el segundo de los frentes abiertos. Tras entrecruzarse ofertas, Salud se ha reunido por primera vez con los representantes de la mayoría sindical de Osasunbidea (LAB, SAE, UGT, ELA y CCOO) que han convocado el paro del día 15. Una jornada de huelga que fue respaldada el lunes por estas centrales, más a Steilas, en toda la Administración.
«Marco de negociación» y «mejoras para todos»
Esta primera cita no ha sido suficiente como para que el paro se desconvoque, pero sí que ha abierto ciertas esperanzas a que sea el foro que resuelva el conflicto. Iban Irisarri, portavoz del comité de huelga, se mostraba optimista. «Se ha validado este marco de negociación y aquí se habla de mejoras para todos, también para los médicos», ha afirmado a NAIZ.
Irisarri lamentaba tener que llegar a una convocatoria de huelga para que la Consejería les escuche. «Traer el sentido común y acabar con las negociaciones paralelas ha requerido de una medida extrema que tendrá un coste para los profesionales que secunden la huelga del día y para la ciudadanía. No nos han dejado otra vía», ha asegurado.
Este portavoz ha remarcado que el Gobierno sigue lejos, con su oferta, de las demandas de los sindicatos. Sin embargo, Salud «se ha abierto a seguir los canales pertinentes» y el final del conflicto pasará por la Mesa General, que será quien deba «dar el OK» a cualquier acuerdo que se alcance.
Asimismo, Irisarri ha recordado que este bloque sindical (al que pertenecen 34 de los 64 delegados que hay en Osasunbidea) abrió la plataforma al SMN, al SATSE (Enfermería) y Afapna para canalizar juntos sus reivindicaciones.
Han quedado en volver a reunirse este lunes.