La líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, ha anunciado su dimisión tras ocho años al frente del Ejecutivo de Holyrood, según ha confirmado en una comparecencia en Edimburgo, en la que ha señalado que su salida no será inmediata y que no abandonará los cargos hasta que su formación designe a un sucesor o sucesora.
La premier ha pedido a sus seguidores que no se enfaden y a la hora de exponer los motivos por los que renuncia ha asegurado que ha estado «luchando» contra la decisión «realmente difícil» de dimitir durante semanas y que no se trata de una «reacción a las críticas y presiones» que ha recibido «a corto plazo» –en alusión a las críticas por la ley que favorece la reasignación de género, bloqueada por Londres–, sino que obedece al «sentido del deber» y a su «amor» por el partido y «el país».
Tras apuntar que, además de política, es «un ser humano», ha dicho que la decisión de dimitir no es repentina sino que durante varios meses se ha preguntado «si debería quedarse, si es lo mejor para ella, para Escocia y para la independencia», y ha confesado que hasta hace pocos meses no ha comprendido «la tensión física y mental» que supone ser primera ministra. Así, ha reconocido el «desgaste» que ha supuesto su larga etapa en el poder y, más recientemente, hacer frente a desafíos como la pandemia de covid-19 o el objetivo de la independencia.
«Ganar la independencia es la causa a la que he dedicado mi vida y tengo intención de seguir en ello», ha subrayado Sturgeon, que considera que su dimisión ayudará al proceso independentista, por lo que deja en manos del conjunto del SNP decidir en el congreso de marzo cuestiones clave sobre esta causa. Ha abogado, por ejemplo, por convertir las próximas elecciones legislativas en un referéndum de facto sobre la independencia, aunque ha considerado que un nuevo líder lo hará «mejor».
Ha insistido en que es importante saber «casi instintivamente cuándo es el momento adecuado para dar paso a otra persona», momento que para ella «es ahora». No obstante, ha aclarado que no abandonará del todo de la vida política, a la que ha prometido seguir vinculada en la defensa de causas que considera importantes.
«Cumpliré 53 este año, entré al Parlamento cuando tenía 29, he estado en el Gobierno desde que tenía 37. He sido Nicola Sturgeon, la política. Tal vez quiera pasar un poco de tiempo con Nicola Sturgeon, la persona», ha remachado.
La que más tiempo ha estado en el poder
Sturgeon ha ocupado el cargo de primera ministra desde noviembre de 2014, cuando sustituyó a Alex Salmond, que le entregó las riendas del proyecto independentista tras el referéndum que se celebró dos meses antes. Es la jefa de Gobierno que más tiempo ha estado en el poder en Escocia. Durante su mandato, marcado por la salida de Reino Unido de la Unión Europea y las reiteradas reivindicaciones de un segundo referéndum independentista, el SNP ha ganado peso tanto en el Parlamento escocés como en el de Westminster, así como a nivel local.
En su primera reunión con el primer ministro británico, Rishi Sunak en noviembre pasado, la premier escocesa trasladó al líder conservador su intención de convocar este 2023 un nuevo referéndum de independencia.
Unos meses antes, en junio de 2022, Sturgeon ya había anunciado sus planes de celebrar un plebiscito el 19 de octubre de 2023. Sin embargo, a diferencia del organizado en 2014 –en el que un 55% de los votantes optó por la permanencia– este no cuenta con la autorización del Gobierno ni de la máxima instancia judicial británica, el Tribunal Supremo, que dictaminó en noviembre que el Parlamento escocés no tiene el poder de legislar para organizar un referéndum consultivo sin el consentimiento de Londres.
Nacida en la ciudad de Irvine en 1970, Sturgeon ha militado desde que era adolescente en el Partido Nacional Escocés (SNP) y se dedicó a tiempo completo a la política desde antes de cumplir los 30 años, tras un breve periodo como abogada.