Pello Guerra

El Parlamento insta al Gobierno navarro a revertir los recortes y mantener Kattalingune

A través de una moción aprobada este jueves, el Parlamento navarro insta al Gobierno del herrialde a revertir los recortes previstos y mantener o incluso mejorar el servicio LGTBI+ que presta Kattalingune. El texto ha salido adelante con la negativa del PSN y la abstención de Podemos y PP.

Imagen de archivo de una movilización en contra de los recortes en Kattalingune.
Imagen de archivo de una movilización en contra de los recortes en Kattalingune. (Iñigo URIZ | FOKU)

Revertir los recortes anunciados y mantener e incluso mejorar el servicio LGTBI+ que presta Kattalingune es a lo que ha instado el Parlamento de Nafarroa al Ejecutivo del herrialde en la moción presentada por Geroa Bai, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra que ha salido adelante con el voto favorable de las citadas formaciones y de Navarra Suma, aunque el PP se ha abstenido, como Podemos, y el voto en contra del PSN.

En la moción, el Parlamento insta al Gobierno de Nafarroa «a seguir prestando el servicio de atención integral a personas LGTBI+ Kattalingune, manteniendo o mejorando los parámetros de calidad existentes hasta diciembre de 2022, dotándolo para ello de los recursos humanos y económicos necesarios».

Además, plantea al Ejecutivo a «no realizar recortes en el mencionado servicio, ni en cuanto al personal contratado (siete profesionales), ni en lo referido a la partida económica inicialmente asignada en el Presupuesto de Navarra para 2023 (248.000 euros)».

Y finalmente, se pide al Gobierno «escuchar a las profesionales del servicio y a contar con las aportaciones de los colectivos LGTBIQ+ antes de tomar decisiones importantes relativas al mismo».

En el texto se recuerda que Kattalingorri «lleva trabajando en favor de los derechos de las personas LGTBI+ desde el año 2000 y gestionando el servicio público desde 2016». Durante esos años «se aumentaban las partidas en políticas LGTBI+» y el servicio «crecía exponencialmente, aumentado su capacidad de atención, también de manera descentralizada».

Pero este año, el Instituto Navarro para la Igualdad «ha decidido llevar a cabo una serie de recortes que, aun a día de hoy, sigue negando. El año pasado el servicio contó con una partida de 220.000 euros. Este año quieren destinar únicamente 205.000, a pesar de que se aprobó una partida de 248.000 para el servicio de manera íntegra».

En el texto, se especifica que «el INAI propone gestionar el servicio de cinco oficinas con cuatro profesionales, cuando hasta ahora eran siete las personas que trabajaban en el servicio».

Además, de los cinco programas de trabajo que aparecían en el pliego y debían ser atendidos por Kattalingune, «la Subdirección LGTBI+ dice ahora que asume dos de ellos, Atención a colectivos y Promoción y sensibilización».

En la moción se asegura que estos cambios se han realizado «a espaldas de los colectivos y de las profesionales del servicio, que en ningún momento han podido dar su opinión sobre el nuevo servicio que se propone y que ya les está afectando de manera directa».

Cambios «innecesarios e incomprensibles»

En su defensa de la moción, el portavoz de Geroa Bai, Jabi Arakama, ha calificado de «incomprensible la situación que nos encontramos ahora, provocada por un cambio de rumbo injustificable. Después de más de siete años, el INAI anunció de manera unilateral unos cambios organizativos no comentados ni con los grupos, ni con los colectivos». Una modificaciones que ha considerado «innecesarias e inoportunas y con un pliego que quedó desierto», y ha pedido al Ejecutivo que «rectifiquen, están a tiempo».

La misma solicitud ha realizado Patricia Perales, de EH Bildu, quien ha denunciado que, tras la fallida licitación del servicio, «estamos en un limbo», hasta el punto de que «no puedo decir qué estamos ofreciendo como servicio LGTBI+. Hay un montón de interrogantes que siguen sin responderse». Lo que sí tenía claro Perales era que «tenemos menos recursos económicos y menos recursos personales», unos cambios que «no entendemos, cuando era una servicio que todas las personas lo veíamos de forma positiva». Por ese motivo, ha asegurado, contundente, que «aún estamos a tiempo de rectificar».

Desde Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón ha seguido esa misma línea al pedir al Gobierno que «recuperen ya lo que hay, porque ir a peor sería un desastre. Mantengan ese servicio de calidad con la dotación necesaria», al tiempo que ha tildado de «chapuza» la licitación que quedó desierta, un proceso que le dejó «estupefacta».

La moción ha sido respaldada por Navarra Suma, a pesar de que ha pedido votación por puntos y se ha abstenido en el segundo, la línea que ha seguido el PP en todos los casos. Su portavoz, Isabel Olave, que siempre ha señalado que defendía la postura de UPN, ha afirmado que «Kattalingune es un servicio que nadie puede dar en Navarra con la misma calidad que hasta ahora en las condiciones que este Gobierno lo licitó», lo que explicaría el motivo del fracaso de la licitación. Y se ha preguntado «¿por qué quieren cambiar el modelo? ¿Ahora que es un servicio referente se lo quieren quedar?, ¿para quién?».

En contra de la moción se ha posicionado el PSN, con Nuria Medina defendiendo que «la obligación del Gobierno era licitar el servicio» y ha asegurado que, desde el Ejecutivo, «se ha adecuado el número de profesionales a la carga de trabajo. Se ha reorganizado un servicio que asumía funciones que ha de cumplir el órgano competente, había que ajustar a la legalidad». Tras la licitación desierta del servicio, ha señalado que «se hace una encomienda de gestión a la Fundación Gizain, que asume la gestión, y la fundación será la encargada de ajustar el servicio a la demanda, como hace con todos los servicios que gestiona».

Medina ha asegurado que «entendemos el malestar de los profesionales y de algunos usuarios, pero los cambios van a servir para afianzar un servicio fundamental y darle una garantía de futuro».

Podemos también ha intervenido en el turno en contra, aunque se ha abstenido en la votación. Su portavoz, Ainhoa Aznarez, ha seguido el discurso del PSN en el sentido de que, tras la fallida licitación, la Fundación Gizain «tiene que reordenar y hacer una propuesta de cómo armonizamos a las trabajadoras de Kattalingune». Aznarez ha reconocido que «no van a entrar todas las trabajadoras, pero, al final, estoy convencida de que hará falta seguir contratando personal especializado, porque las políticas LGTBI+ van a más».